VI. EL BAUTISMO
Los
sacramentos
El cristianismo neotestamentario no es una religión
de ritos sino una relación íntima entre el ser humano y Dios, es decir, el
contacto directo que mantiene el Creador con su creación por medio del Espíritu
Santo. Por lo tanto, no establece un sistema rígido de servicio, sino que le da
un arco amplio a la Iglesia dentro del cual rendirle servicio.
Hay, sin embargo, dos ceremonias que son esenciales,
ya que fueron divinamente ordenadas: el bautismo y la Santa Cena. En virtud de
su carácter sagrado, se les describe a veces como sacramentos, es decir, cosas
sagradas. También se les llama ordenanzas, porque fueron ceremonias ordenadas
por el Señor Jesucristo.
La palabra “bautizar” empleada en la fórmula del
bautismo significa literalmente “sumergir”. Esta interpretación está confirmada
por estudiosos del idioma griego e historiadores eclesiásticos. El bautismo por
inmersión concuerda con el significado simbólico del bautismo, es decir,
muerte, sepultura y resurrección Romanos 6:1-14.
Preparación
de los candidatos
Sólo debe bautizarse a las personas que han
reconocido su pecado, se han arrepentido y aceptado a Jesucristo como su
Salvador personal. El ministro les enseñará las doctrinas cristianas,
acompañando el texto bíblico con un manual de doctrinas cristianas. Cuando esté
convencido de la conversión genuina de éstos candidatos, les instruirá sobre la
necesidad del bautismo en agua. A los que deseen dar éste importante paso,
conviene interrogarlos en cuanto a sus convicciones cristianas, para evitar así
bautizar a los que no den pruebas de verdadera conversión.
Antes de la ceremonia, el ministro se reunirá con
los candidatos aprobados a fin de prepararlos física y espiritualmente para el
bautismo y asegurar así la solemnidad de la ceremonia. En cuanto físico, podrá
mostrarles cómo cruzar las manos sobre el pecho al momento previo de la
inmersión en el agua. En cuanto a lo espiritual, podrá pedirles que acepten el
siguiente compromiso que leerá:
“Mediante el sufrimiento expiatorio del Señor
Jesucristo hemos establecido una relación con Dios, relación que se llama nuevo
pacto, según la cual hemos recibido el perdón de los pecados y la vida eterna”.
“Esta ceremonia de bautismo nos recuerda nuestras
obligaciones hacia Dios y hacia los demás. Por lo tanto, aprovechamos la
oportunidad para consagramos de nuevo y renovar nuestras promesas. Nos
comprometemos a trabajar para el progreso de la iglesia en conocimiento y
santidad, para promover su espiritualidad y para mantenernos firmes en su
servicio, disciplina y doctrina”.
“Como administradores de lo que Dios nos ha
confiado, nos comprometemos a contribuir con alegría y regularmente al
sostenimiento del ministerio, a los gastos de la iglesia, al auxilio de los
pobres y a la extensión del evangelio por todo el mundo”.
“En cuanto a nuestro hogar, nos comprometemos a
mantener el servicio familiar y la oración privada, a criar a nuestros hijos en
el temor del Señor y a buscar la salvación de nuestros seres queridos y de
nuestros conocidos”.
“En virtud de nuestro llamado como creyentes, y por
amor a los inconversos por quienes también murió Jesucristo, nos comprometemos
a andar con prudencia y discreción delante del mundo, evitando lo pecaminoso o
reprochable; a ser justos en nuestro trato con los demás, fieles en nuestros
compromisos y ejemplares en nuestra conducta; a evitar los chismes, las
murmuraciones y la ira; y a ser fervientes en nuestro esfuerzo por fomentar el
reino de nuestro Señor y Salvador”.
“Por cuanto tenemos un solo Señor y nos une como
hermanos una sola fe, nos comprometemos a velar los unos por los otros en amor
fraternal, a orar los unos por los otros, a ayudarnos en tiempos de enfermedad
y de dificultades, a ser corteses en nuestra manera de hablar, a no ofendernos
por nada y a estar siempre dispuestos a procurar la reconciliación según las
enseñanzas de nuestro Señor”.
El ministro preguntará a los candidatos:
“¿Aceptan ustedes éste compromiso?”
Los candidatos al unísono responderán: “Sí, lo
aceptamos, y por la gracia de Dios lo cumpliremos.”
Instrucciones
para el ministro
Se acostumbra celebrar un breve devocional antes de
la ceremonia de bautismo. Si el servicio se celebra en un lugar público donde
se han congregado los inconversos, es ideal explicar el plan de salvación y el
significado maravilloso del bautismo en agua. Tanto ante creyentes como
inconversos es provechoso establecer la base bíblica del bautismo mediante la
lectura de alguno(s) pasajes que aparecen al final de éste capítulo.
Si el bautismo se realiza en un bautisterio, el
ministro bajará primero y ayudará a los candidatos a bajar para evitar que se
resbalen o tropiecen. Si el bautismo se realiza en un río, deberá bautizar
contra la corriente, de modo que la fuerza de la corriente lo ayude a levantar
de1 agua a la persona bautizada. En cualquier caso, procurará dar el frente al
público para que todos puedan ver el acto del bautismo.
El ministro orará por los candidatos y, a medida que
le haya dado a cada uno de ellos la oportunidad de testificar de su fe en el
Señor Jesucristo y de su firme y fiel determinación de perseverar hasta el fin,
los irá bautizando uno por uno, empleando una de las siguientes fórmulas:
“Hermano(a) ___________ (nombre del candidato), por cuanto usted
ha creído en el Señor Jesucristo, y lo ha aceptado como su Salvador personal,
yo lo(a) bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amén.”
“En obediencia a la gran comisión, y según su
profesión de fe en el Señor Jesucristo, bautizo a __________ (nombre del candidato) en el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.”
“Por su confesión
de fe en Jesús como Cristo, el Hijo de Dios y su Salvador, yo lo(a) bautizo en
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.”
Con una mano el ministro tomará las manos cruzadas
del candidato y con la otra lo apoyará debajo de la nuca a fin de levantarlo
con seguridad del agua, Luego lo sumergirá y lo levantará, evitando cualquier
actitud que reste solemnidad o provoque risa.
Después que todos hayan sido bautizados, el ministro
orará por ellos y despedirá a la congregación, a no ser que se celebre el
bautismo durante una de las partes preliminares de un servicio.
Pasajes bíblicos
“En aquellos días vino Juan el Bautista predicando
en el desierto de Judea, y diciendo: ...” Mateo 3:1-17.
“Como está escrito en Isaías el profeta: He aquí yo
envío mi mensajero delante de tu faz, el cual preparará tu camino delante de
ti. ...” Marcos 1:1-11.
“Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda
potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced
discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he
mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo. Amén” Mateo 28:18-20.
“Finalmente se apareció a los once mismos, ...”
Marcos 16:14-16.
“Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno
de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis
el don del Espíritu Santo. ...” Hechos 2:38-42.
“O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados
en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? ...” Romanos 6:3-4.
“..... todos los que habéis sido bautizados en
Cristo, de Cristo estáis revestidos” Gálatas 3:27.
“..... [fuisteis] sepultados con él en el bautismo,
en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de
Dios que le levantó de los muertos” Colosenses 2:12.
Véanse también Hechos 8:26-39, 10:44-48 y 16:25:34.
VII. RECEPCIÓN DE NUEVOS MIEMBROS
Los
candidatos se presentarán delante de la congregación, a la cual el ministro
dirá:
“Amados hermanos, las Escrituras nos enseñan que la
iglesia es un cuerpo y un ejército que tiene por cabeza y capitán a Jesucristo.
El plan de Dios consiste en juntar en un mismo rebaño a todos los nacidos de
nuevo a fin de mantener firmes a los creyentes y de predicarles el evangelio a
los que no han creído en Cristo”.
“Es el deber de los miembros procurar la paz y la
unidad de la iglesia, sobrellevando los unos las cargas de los otros,
socorriéndose mutuamente, siendo fieles a la iglesia y contribuyendo al
sostenimiento de ella en sus actividades.”
Dirigiéndose
a los candidatos, el ministro dirá:
“Hermanos, ustedes han hecho profesión pública de su
fe en Cristo, han sido bautizados en el nombre del Padre, y del Hijo, y del
Espíritu Santo, y han sido recomendados por el cuerpo oficial de la iglesia
para ser admitidos como miembros. ¿Prometen ahora llevar una vida santa como
fieles seguidores de Cristo, y contribuir a la paz, prosperidad y unidad de la
iglesia?”
Los candidatos al unísono
responderán: “Si, lo prometemos.”
El
ministro dirá:
“Por cuanto han hecho profesión de su fe en el Señor
Jesucristo, los recibimos como miembros de esta iglesia con los privilegios y
deberes propios de nuestra familia espiritual.
El
ministro le dará la bienvenida a cada uno de los nuevos miembros, estrechándole
la mano derecha, y concluirá con la siguiente bendición pastoral:
“Que Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu
Santo les bendiga y les guarde ahora y para siempre. Amén.”
“Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a.
nuestro Señor Jesucristo, el ...” Hebreos 13:20-21.
VIII. LA SANTA CENA
El pastor debe anunciar con debida anticipación el
servicio de Santa Cena, exhortar a los
creyentes a prestar atención a la preparación espiritual y avisarles a los
inconversos del peligro de tomarla sin estar debidamente preparados. Es
importante que los miembros entiendan que a la mesa del Señor deben ir con el
corazón limpio y sin pecado 1 Corintios 11:27-32. Por eso todo el que desee
participar en la Cena del Señor debe preparar el corazón. El que haya caído en
pecado debe arrepentirse y buscar el perdón. En caso de haber rencores y
disgustos entre algunos de los miembros, deben reconciliarse antes de acercarse
a la mesa del Señor.
El pastor también debe anunciar que tanto él como
los ancianos están dispuestos a ayudar espiritualmente a quienes lo pidan.
Después de la exhortación, conviene que todos se entreguen a la oración y
meditación delante de Dios.
Por lo general se celebra la Santa Cena al terminar
el servicio de la mañana o de la noche el primer domingo del mes.
No se debe apresurar ésta ceremonia. Es un acto
solemne, y debe esperarse que los participantes reciban ricas bendiciones de
parte de1 Espíritu Santo al permanecer en su presencia durante la ceremonia.
Como ésta ceremonia es de carácter netamente
espiritual y exclusivamente para los creyentes, debe celebrarse preferiblemente
en un servicio cuando estén reunidos los hermanos, y no en un servicio común de
evangelización. Así habrá mayor libertad para entrar en íntima comunión con el
Señor.
E1 pastor debe explicar con anticipación el orden
del servicio y quiénes le ayudarán a repartir el pan y el fruto de la vid.
En una asamblea pequeña es conveniente que los
participantes se reúnan en el altar y allí esperen, en actitud silenciosa y en
oración, la presencia del Señor.
CEREMONIA 1
Al disponerse a celebrar la Cena del Señor, el
ministro bajará de la plataforma y se situará frente a la mesa preparada de
antemano. Pedirá a los diáconos o personas designadas que pasen a la mesa junto
a él.
Después que el ministro haya bajado de la plataforma
y ayudantes se hayan situado a su lado, se elevará una oración a Dios pidiendo su bendición sobre los
elementos, y los diáconos o personas designadas procederán a repartirlos.
Antes de
comer el pan, el ministro leerá:
“Porque yo recibí del Señor lo que también os he
enseñado: ...” 1 Corintios 11:23-24.
Y dirá:
“Comamos todos el pan.”
De la
misma manera leerá:
“Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado,
...” 1 Corintios 11:25-26.
Y dirá:
“Bebamos todos de la copa.”
Después de
haber bebido de la copa y de haber tenido un momento de meditación y de
adoración al Señor, el ministro leerá:
“Así, pues, todas las veces que comiereis este pan,
y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga” 1
Corintios 11:26.
“La Palabra de Dios dice que después que Cristo y
sus discípulos comieron el pan y bebieron de la copa, celebrando así la primera
Cena del Señor, cantaron un himno antes de retirarse del aposento alto” Mateo
26:30; Marcos 14:26.
Se cantará
un himno o un coro.
Nota: Algunas iglesias acostumbran recoger una ofrendo para los pobres al
final de la Cena.
CEREMONIA 2
Antes de acercarse los participantes al altar, el
ministro leerá de los siguientes pasajes, dando preferencia al primero de 1
Corintios 11:23-26; Mateo 26:17-20, 26-29; Marcos 14:12-17, 22-25; Lucas
22:7-20.
El ministro y los diáconos o personas designadas se
situarán frente a la mesa en la que se han puesto los elementos. Después de
orar, el ministro leerá otra vez los versículos en cuanto al pan, lo tomará y
lo entregará a sus ayudantes, quienes lo distribuirán entre participantes. Se
podrá cantar un himno o algunos coros durante la distribución.
Servidos todos, el pastor servirá a los ayudantes, y
por último se servirá a él.
Todos unidos comerán en silencio.
De la misma manera se servirá la copa, y al final se
cantará himno o coro de alabanza.
Nota: El pastor se sentirá en plena libertad de pedir que se canten
algunos himnos o coros, o puede tener un tiempo de adoración durante el
servicio conforme lo guíe el Espíritu Santo,
IX. ACCIÓN DE GRACIAS POR UNA
QUINCEAÑERA
Es muy importante para una joven el llegar a la edad
de quince años. Es como si le dijera al mundo que ya es una señorita. Esa edad
proporciona a la joven, a sus padres y a la iglesia una incomparable
oportunidad de dar testimonio de su fe en Cristo.
Entrada del cortejo
Se escuchará música instrumental suave.
A la madre la llevará del brazo el ministro, hasta
dejarla en uno de los lados de la plataforma. Él se situará al lado derecho de
la silla dispuesta para la quinceañera, y allí permanecerá de pie durante toda
la ceremonia.
A continuación desfilarán catorce parejas.
Cada joven llevará a una señorita de la mano
izquierda. Cada una de las señoritas llevará una flor en la mano (pueden ser
gladiolos, claveles o azucenas). A medida que entren, las parejas se situarán a
ambos lados de la quinceañera a todo lo ancho de la plataforma, el joven a un
lado y la señorita al otro.
Entrada de la quinceañera
Se escuchará otra pieza musical apropiada.
La quinceañera entrará del brazo de su padre (o
quien escoja) y caminará lentamente hasta la plataforma, y se sentará en la
silla especialmente decorada para la ocasión.
Dirigiéndose
a los presentes, el ministro dirá:
“Amados hermanos y amigos, es para mí un privilegio
darles la bienvenida en el nombre de Jesucristo a esta ceremonia de acción de
gracias con motivo de los quince años de vida de ___________ (nombre de la quinceañera), hija de
___________ (nombres y apellidos de los
padres). Con gran regocijo invoquemos la presencia de Dios en éste acto y
en la vida de esta joven. Oremos.”
Oración
“Padre amado, nos acercamos a ti en éste momento
para darte gracias por la vida de __________ (nombre de la quinceañera). Te damos gracias porque la has
bendecido hasta esta hermosa edad de quince años. Te imploramos que tu Santo
Espíritu la guarde y la proteja todos
los días de su vida. En el nombre de Jesucristo te lo pedimos. Amén.”
Entrega de flores y lectura
bíblica
Ahora comenzará a escucharse otra pieza musical de
fondo.
Cada señorita - comenzando con la última que entró -
caminará hacia la silla donde se encuentra la quinceañera, le entrega la flor y
le leerá de una Biblia - en la que se han marcado los catorce textos que se han
de leer - el texto bíblico que le corresponde, de modo que todos puedan oírlo.
(La primera señorita, que entró con la Biblia, se la entregará a la segunda
después de 1eer su texto, la segunda a la tercera, y así sucesivamente.)
Señorita 1: “¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra” Salmo
119:9.
Señorita 2: “Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los
días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos
contentamiento” Eclesiastés 12:1.
Señorita 3: “Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en
palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza” 1 Timoteo 4:12.
Señorita 4: “Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de
tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos;
pero sabe, que sobre todas éstas cosas te juzgará Dios” Eclesiastés 11:9.
Señorita 5: “Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes; presentándote tú en
todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad,
seriedad” Tito 2:6-7.
Señorita 6: “Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el
amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor” 2 Timoteo 2:22.
Señorita 7: “Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? porque su estima sobrepasa
largamente a la de las piedras preciosas” Proverbios 3 1:10.
Señorita 8: “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”
Santiago 4:7.
Señorita 9: “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad,
bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley” Gálatas
5:22-23.
Señorita 10: “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida”
Proverbios 4:23.
Señorita 11: “Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios” Mateo 5:8.
Señorita 12: “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se
puede esconder” Mateo 5:14.
Señorita 13: “Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh
Jehová” Salmo 27:8.
Señorita 14: “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser,
espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro
Señor Jesucristo” 1 Tesalonicenses 5:23.
Entrega de la Biblia y coronación
Cuando todas las señoritas le hayan entregado las
flores y le hayan leído el texto bíblico a la quinceañera, entrará el consejero
de los jóvenes de la iglesia o la esposa del ministro, recibirá la Biblia de
manos de la última señorita, se situará al lado de la joven y le dirá:
“Permita el Señor que guardes en tu corazón, como un
ramo de flores que nunca se marchita, los sabios consejos que te ha dado la
Palabra de Dios. Si sigues con fidelidad la voluntad de Dios para ti, recibirás
al final la corona de la vida.”
Acto seguido, le entregará la Biblia marcada de la
cual se han leído los catorce textos, y le pondrá en la cabeza una corona que
ha tenido en la otra mano.
Intervención de los padres
El padre de la quinceañera hablará brevemente sobre
algún hecho destacado en la vida de su hija. También la madre hablará algunos
minutos acerca de ella. (Uno de los dos podrá dará conocer las metas de su
hija.)
Oración
El ministro invitará a toda la congregación a
ponerse de pie, y orará así:
“Soberano Dios, te alabamos en ésta hora y una vez
más pedimos tu bendición en favor de __________ (nombre de la joven). Haz que tu Palabra siempre dé abundante fruto
en su vida. En el nombre de Jesucristo te lo pedimos. Amén.”
Salida del cortejo y de la
quinceañera
Se comenzará a escuchar una pieza musical
majestuosa.
Las parejas comenzarán a salir de la plataforma
hacia la puerta en orden inverso al que entraron.
Por último saldrá la quinceañera.
Nota: Si no pueden formarse catorce parejas, podrán formarse siete - o
catorce señoritas solas en el caso de que no haya suficientes jóvenes para
acompañarlas - para que el total de personas sume quince. Antes de la oración
del ministro, se le pudiera dar oportunidad a la quinceañera para que diga
algunas palabras de reconocimiento a sus padres, sus lideres espirituales y los
hermanos de la iglesia. Si canta, ella pudiera hacerlo en ese momento.
X. SOLEMNIZACIÓN DEL MATRIMONIO
El matrimonio es una institución civil y religiosa,
y por lo tanto sujeta a reglamentos jurídicos.
El ministro debe familiarizarse con las leyes del
estado o de la nación donde vaya a celebrarse ésta ceremonia, para estar seguro
que cumple con los requisitos de la ley. Además, debe llevar un registro en el
que hará constar los matrimonios con todos los datos necesarios, y la firma de
los contrayentes, los testigos y el ministro.
La ceremonia puede celebrarse en el templo o en una
casa particular, pero debe hacerse siempre ante testigos.
Conviene que el ministro y los contrayentes ensayen
de antemano el orden del programa de la ceremonia para evitar confusiones, El
ministro debe enseñar y hacer practicar la manera de entrar y salir en una
ceremonia nupcial.
Nota: En muchos países de habla hispana, es preciso que los contrayentes
presenten el certificado de las autoridades civiles, comprobando que ya se ha
efectuado el matrimonio civil. En los Estados Unidos de América se requiere que
el ministro firme la licencia de matrimonio expedida por las autoridades
civiles, la cual le entregan los contrayentes antes de la ceremonia.
CEREMONIA 1
Institución del matrimonio
Los contrayentes estarán de pie juntos delante del
ministro, el novio a la derecha de la novia. Dirigiéndose a la congregación, el
ministro dirá:
“Estamos reunidos en la presencia de Dios y de éstos
testigos para solemnizar ante el Todopoderoso el matrimonio que éste hombre y
ésta mujer ya han celebrado ante las autoridades civiles”.
“El matrimonio es un estado honroso instituido por
Dios, y santificado por la presencia de nuestro Señor en las bodas de Caná de
Galilea. La Biblia dice que es honroso en todos el matrimonio, y se le consagra
como símbolo de la unión mística entre Cristo y su Iglesia”.
“El matrimonio debe contraerse con reverencia y en
el temor de Dios, considerando los fines para los cuales se ordenó, es decir,
para el compañerismo, el apoyo y el consuelo que los esposos deben tributarse
recíprocamente mientras vivan”.
“El matrimonio fue ordenado para continuar la
sagrada institución de la familia, y para que los hijos, que son herencia del
Señor, sean criados en piedad y rectitud. El matrimonio contribuye también al
bienestar de la sociedad y a transmitir mediante el buen orden familiar la
pureza, la santidad y la verdad de generación en generación”.
“En el huerto del Edén Dios instituyó esa unión con
la primera pareja humana a fin de hacer feliz a la humanidad. Desde entonces
los seres humanos la han practicado y, para darle firmeza, la han legalizado.
Puede decirse que el matrimonio es el contrato jurídico de una unión
espiritual”.
“La Palabra de Dios expresa que el matrimonio debe
ser honroso en todos Hebreos 13:4. Quienes se casan han decidido aceptar éste
estado honroso.”
Oración
“Dios y Padre nuestro, no puede ser perfecto nuestro
gozo si tú no lo perfeccionas. Falta algo sublime en nuestras horas más felices
si no nos acompaña tu bendición. Te suplicamos, por lo tanto, que así como el
Señor Jesús estuvo presente en las bodas de Caná de Galilea, también ahora
nosotros disfrutemos del gozo de tu divina presencia”.
“Pedimos que la bendición de tu presencia sea una
realidad en la vida de éste hombre y de ésta mujer, que van a hacer juramento
solemne delante de ti y de éstos testigos, de modo que el recuerdo de ésta hora
santa los fortalezca y los consuele en medio de todas las pruebas y todos los
cambios del futuro. Llena de felicidad éstos momentos, oh Señor, y manifiesta
tu presencia en éstas bodas. Amén.”
Lectura Bíblica
Dirigiéndose
a los novios, el ministro dirá:
“Han venido ante mí, ministro de Cristo, para ser
unidos, delante de Dios, con los santos vínculos del matrimonio. Esto
representa un paso serio y solemne donde se toman el uno para el otro a fin de
afrontar las circunstancias que se les presenten, sea en riqueza o en pobreza,
en gozo o en tristeza, en salud o en enfermedad, en todo lo que la vida da y en
todo lo que quita, y serán el uno al otro fiel, esposo y esposa según lo
ordenado por Dios, hasta que la muerte los separe”.
“Oigan, pues, la Palabra de Dios, escrita para su
instrucción y para que tengan luz en su camino.”
El
ministro leerá los pasajes siguientes que desee:
“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo
amó a la iglesia, y ...” Efesios 5:25-33.
“Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas
sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas
de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo” 1 Pedro
3:7.
“Las casadas estén sujetas a sus propios maridos,
como al Señor; ...” Efesios 5:22-24.
“Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros
maridos; para ...” 1 Pedro 3:1.
Votos
Dirigiéndose
al novio, el ministro preguntará: __________ (nombre del novio), ¿promete
usted delante de Dios y de éstos testigos, así como lo ha prometido ante las
autoridades civiles, tomar a __________ (nombre de la novia) por
su legítima esposa para vivir con ella, conforme a lo ordenado por Dios, en el
santo estado del matrimonio? ¿Promete amarla, honrarla, consolarla y protegerla
en tiempo de enfermedad y de salud, en prosperidad y en adversidad, y mantenerse
fiel a ella mientras vivan los dos?”
El novio responderá: “Si, lo prometo.”
Dirigiéndose
a la novia, el ministro preguntará: __________ (nombre de la
novia), ¿promete usted delante de Dios y de éstos testigos,
así como lo ha prometido ante las autoridades civiles, tomar a __________ (nombre del
novio) por su legítimo esposo, para vivir con él, conforme a
lo ordenado por Dios, en el santo estado del matrimonio? ¿Promete amarlo,
honrarlo, respetarlo, ayudarlo y cuidarlo en tiempo de enfermedad y de salud,
en prosperidad y en adversidad, y mantenerse fiel a él mientras vivan los dos?”
La novia responderá: “Sí, lo prometo.”
Entrega de anillos
En caso de que la ceremonia incluya la entrega de
anillos, el ministro le dirá al novio:
“__________ (nombre
del novio), ¿qué prenda le entrega a __________ (nombre de la novia) como testimonio de sus promesas?”
El novio
pondrá el anillo sobre la Biblia del ministro, y el ministro, tomando el
anillo, le dirá al novio que repita las siguientes palabras:
“Con éste anillo me caso contigo, uniendo contigo mi
corazón y mi vida, y te hago partícipe de todos mis bienes.”
Entregándole
el anillo al novio para que lo ponga en el dedo anular de la novia, el ministro
dirá:
“Que éste anillo sea el símbolo puro e inmutable de
su amor.”
A la novia
el ministro le dirá:
“__________ (nombre de la
novia), ¿qué prenda le entrega a __________ (nombre del novio) como testimonio de
sus promesas?”
La novia
pondrá el anillo sobre la Biblia del ministro, y el ministro, tomando el
anillo, le dirá a la novia que repita las siguientes palabras:
“Con éste anillo me caso contigo, uniendo contigo mi
corazón y mi vida, y te hago partícipe de todos mis bienes.”
Entregándole
el anillo a la novia para que lo ponga en el dedo anular del novio, el ministro
dirá:
“Que éste anillo sea el símbolo puro e inmutable de
su amor.”
Oración
Los novios se arrodillarán, si así se considera
conveniente, y el ministro les dirá:
“En señal de su fidelidad a las promesas que se han
hecho, tómense de la mano.”
El
ministro pondrá la mano derecha sobre las manos unidas de los novios y orará,
incluyendo las siguientes peticiones:
“Dios eterno, Creador y Consolador del género
humano, dador de toda gracia espiritual, Autor de la vida eterna: Bendice a
éste hombre y a ésta mujer, a quienes bendecimos en tu nombre, a fin de que
vivan siempre en paz y en amor, conforme a tus santos mandamientos, y ordenando
su hogar y su vida en armonía con tu Santa Palabra, por medio de nuestro Señor
Jesucristo.”
“Te rogamos, oh Dios Todopoderoso, que seas Salvador
y guía de sus almas inmortales para que, mediante la redención de nuestro
Señor, alcancen la gloria eterna. Amén.”
Pronunciamiento
Dirigiéndose
a la congregación, el ministro dirá:
“Por cuanto __________ __________ (nombres de los novios) han consentido
ingresar en el estado de matrimonio, y en efecto han celebrado el contrato
matrimonial, primero delante de las autoridades civiles, y después aquí delante
de Dios y de éstos testigos, habiéndose dado y empeñado su fe y su palabra el
uno al otro, lo cual han manifestado con la unión de las manos, ahora yo los
declaro esposo y esposa en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu
Santo. Amén.
“A los que Dios ha unido, que ningún hombre los
separe.”
Bendición pastoral
El
ministro pondrá la mano derecha sobre las manos de los novios y dirá:
“Que Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios el Espíritu
Santo los bendiga, los guarde y los mantenga firmes. Que el Señor en su
misericordia vuelva a ustedes su rostro para bendecirlos rica y abundantemente,
y los colme de tal manera de su gracia y bendiciones espirituales que en éste
mundo vivan en su santo temor, y en el venidero disfruten de la vida
perdurable. Amén.”
CEREMONIA 2
Institución del matrimonio
Dirigiéndose
a la congregación, el ministro dirá:
“Amados hermanos y amigos, estamos reunidos en la
presencia de Dios y de éstos testigos para unir a éste hombre y a ésta mujer en
santo matrimonio, que es un estado honroso, y por lo tanto no debe contraerse a
la ligera, sino con reverencia, discreción y en el temor de Dios”.
“Este estado santo fue instituido por Dios cuando el
hombre era todavía inocente. Dijo el Señor: ‘No es bueno que el hombre esté
solo; le haré ayuda idónea para él.’ Así se formaron los primeros vínculos de
éste sagrado pacto de matrimonio, pronunciando Dios estas palabras: ‘Por tanto,
dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una
sola carne.’”
“Cristo, nuestro Salvador, honró con su presencia y
transformó con su poder divino las bodas de Caná de Galilea, realizando allí su
primer milagro. Así dio realce a una reunión terrenal con una manifestación
sobrenatural”.
“El apóstol Pablo nos hace ver lo trascendental de
la unión de un hombre con una mujer cuando compara éste amor con el amor de
Cristo hacia su Iglesia. San Juan nos hace ver que la Iglesia es la novia de
Cristo, la escogida de entre todos los seres humanos, y que después del
arrebatamiento de la Iglesia se han de celebrar las bodas más gloriosas que
jamás se hayan visto: las bodas del Cordero.”
Lectura bíblica
Dirigiéndose
a los novios, el ministro dirá:
“Oigan, la Palabra de Dios por medio de San Pablo,
escrita para la instrucción de ustedes con respecto a este paso que están por
dar. Dice el apóstol a los esposos: ‘Maridos, amad a vuestras mujeres, así como
Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla...
Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El
que ama a su mujer, a sí mismo se ama’.”
“San Pedro les da éstas palabras de consejo a los
esposos: ‘Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando
honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de
la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.’”
“Asimismo oigan lo que dicen las Sagradas Escrituras
a las esposas: ‘Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;
porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la
iglesia... Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las
casadas lo estén a sus maridos en todo.’”
‘Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a
vuestros maridos... Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de
adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el
incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima
delante de Dios.’
Oración
Entrega de la novia
Dirigiéndose
a la congregación, el ministro preguntará:
“¿Quién entrega a ésta mujer para que se case con
éste hombre?”
El padre
de lo novia, u otro familiar, responderá: “Yo la entrego.”
Votos
Dirigiéndose
al novio, el ministro preguntará: __________ (nombre del novio), ¿toma
usted a ésta mujer como su legítima esposa, para vivir juntos en el santo
estado del matrimonio, según lo ordenado por Dios? ¿Promete amarla, honrarla y
cuidarla en enfermedad y en salud, y rechazando a todas las demás mujeres,
serle fiel mientras vivan los dos?”
El novio responderá: “Si, lo haré.”
Dirigiéndose
a la novia, el ministro preguntará: __________ (nombre de la
novia), ¿toma usted a éste hombre como su
legítimo esposo, para vivir juntos en el santo estado del matrimonio, según lo
ordenado por Dios? ¿Promete amarlo, honrarlo, obedecerle y cuidarlo en
enfermedad y en salud, y rechazando a todos los demás hombres, serle fiel
mientras vivan los dos?”
La novia responderá: “Sí, lo haré.”
Dirigiéndose
a los dos, el ministro dirá:
“Tómense de la mano y repita cada uno conmigo:
El novio
repetirá éstas palabras del ministro:
“Yo, __________ (nombre
del novio), te tomo a ti, __________ (nombre
de la novia), como mi legítima esposa, para que los dos seamos uno solo
desde éste día en adelante, para bien o para mal, en riqueza o en pobreza, en
prosperidad o en adversidad, para cuidarte y amarte hasta que la muerte nos
separe.”
La novia
repetirá éstas palabras del ministro:
“Yo, __________ (nombre
de la novia), te tomo a ti, __________ (nombre
del novio), como mi legítimo esposo, para que los dos seamos uno solo desde
éste día en adelante, para bien o para mal, en riqueza o pobreza, en
prosperidad o en adversidad, para cuidarte y amarte hasta que la muerte nos
separe.”
Entrega del anillo
Dirigiéndose
a los dos, el ministro preguntará:
“¿Qué entregan como prenda de éstos votos?”
El novio
le dará el anillo al ministro, quien dirá:
“La Biblia dice que cuando Dios hizo un pacto con
Noé, puso en el cielo el arco iris como señal del pacto y dijo: ‘Lo veré y me
acordaré del pacto perpetuo.’ Asimismo es bueno tener una señal que nos
recuerde éste solemne convenio nupcial. Ustedes han escogido éste anillo como señal
de su matrimonio”.
“El anillo está hecho de metal precioso, que
representa los vínculos que unen a los esposos. Es un círculo sin fin,
simbolizando así la unión perpetua de éstas dos personas.”
Dirigiéndose
al novio, el ministro dirá:
“__________ (nombre del
novio), tome éste anillo, póngalo en el dedo anular de
su novia y repita conmigo: Con este anillo me caso contigo, y con mis bienes
terrenales te doto, y por éste acto declaro delante de Dios y de éstos testigos
que te tomo como mi esposa y que te seré fiel esposo.”
Dirigiéndose
a la novia, el ministro le dirá que repita las siguientes palabras:
“Recibo éste anillo de ti, y por lo tanto declaro
delante de Dios y de éstos testigos que te seré fiel en la alegría como también
en la tristeza”.
“Con éste anillo doblemente sellamos nuestros votos,
y tú compartes conmigo el símbolo de nuestros esponsales.”
Dirigiéndose
a los dos, el ministro dirá:
“Por cuanto se han declarado sinceramente su deseo
de ser unidos en matrimonio, primero delante de las autoridades civiles y ahora
delante de Dios, y han confirmado lo mismo al dar y recibir las arras, ahora yo
los declaro esposo y esposa en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu
Santo. A los que Dios ha unido, que ningún hombre los separe”.
“Los exhorto a que sean fieles a los votos que han
tomado. Con éste matrimonio emprenden una vida nueva con mayores
responsabilidades. Sólo encontrarán la verdadera felicidad si cumplen con las
obligaciones que han contraído”.
“ __________ (nombre
del novio), proteja a ésta mujer que ahora se somete a su cuidado, y
esfuércese por vivir en el amor de Dios de tal manera que ninguna acción ni
palabra suya ensombrezcan de amargura su rostro ni llenen de lágrimas sus
ojos”.
“__________ (nombre
de la novia), esfuércese por conservar con sus virtudes el corazón que ha
conquistado con su gracia”.
“A los dos les digo: ‘No permitan que en su voz se
apaguen los tonos tiernos de cariño ni que sus ojos pierdan el brillo con que
resplandecían durante el noviazgo; más bien, procuren que siempre, y sobre
todas las cosas, Dios ocupe el trono de su nuevo hogar.”
Bendición pastoral
El
ministro les dirá a los novios que se arrodillen, y orará así:
“Que Dios los bendiga y los guarde. Que haga
resplandecer su rostro sobre ustedes, les tenga misericordia y les conceda
paz.”
CEREMONIA 3
Institución del matrimonio
Dirigiéndose
a la congregación, el ministro dirá:
“Cuando Jesús fue invitado con sus discípulos a una
boda, gustosamente accedió a ir y allí comenzó su ministerio público y sus
obras poderosas. Por eso también hoy nosotros estamos reunidos delante de Dios
para ser testigos de las promesas que han de hacerse éste hombre y ésta mujer”.
Dirigiéndose
a los novios, el ministro dirá:
“Esta ceremonia matrimonial que ustedes celebran
para ser unidos con vínculos piadosos es la más antigua del mundo. Se celebró
desde el principio ante el Creador mismo, como único testigo, invitado y
ministro; y lo que fue antes es también ahora. El matrimonio nunca ha cesado,
pues ha sobrevivido al Paraíso; y ha sido mantenido por el propio Dios, para
aliviar las penas y consolar las tristezas del corazón quebrantado. Así será
para cada uno de ustedes que abrigue en el corazón el deseo de embellecerlo y
endulzarlo con paciencia y con el sacrificio por el bienestar del otro,
haciéndolo con el tierno cuidado que merecen incluso las cosas más
insignificantes. Todo esto se lo hacemos constar a ustedes dos, y les ponemos a
Dios por testigo, teniendo siempre presente que la oración constante les
permitirá cumplir fielmente con éstas promesas. Tómense ahora de la mano.”
Votos
Dirigiéndose
al novio, el ministro preguntará:
“__________ (nombre
del novio), ¿toma usted a ésta mujer, cuya mano sostiene, como su legítima
esposa? ¿Promete solemnemente delante de Dios y de éstos testigos cuidarla,
amarla y defenderla, y serle fiel mientras Dios le conceda vida?”
El novio responderá: “Si, lo haré.”
Dirigiéndose
a la novia, el ministro preguntará:
“__________ (nombre de la
novia), ¿toma usted a éste hombre, cuya mano sostiene,
como su legítimo esposo? ¿Promete solemnemente delante de Dios y de éstos
testigos unirse a él a fin de amarlo y serle fiel toda la vida, bajo cualquier
circunstancia, hasta que la muerte los separe?”
La novia responderá: “Sí, lo haré.”
Entrega de anillos (opcional)
Disponiéndose
a darle el anillo al novio, el ministro le dirá:
“Puesto que como esposo usted será la cabeza de su
esposa, a quien le da su nombre y la toma para amarla y protegerla, ahora
procedo a darle a usted éste anillo para que lo ponga en el dedo de su novia,
como señal de que usted la recibe como ella se merece.”
El
ministro esperará a que el novio ponga el anillo en el dedo anular de la novia,
y dirá:
“Así pues, usted cuidará a su esposa con la fuerza
de su vigor y con su amor protector”.
“Usará usted este anillo como un vínculo de
reverencia y fe profunda, completando ambos el círculo perfecto del deber que
los hace una sola persona”.
Pronunciamiento
“En el nombre de Jesucristo y delante de éstos
testigos, yo los declaro esposo y esposa en el nombre del Padre, y del Hijo y
del Espíritu Santo. A los que Dios ha unido, que ningún hombre los separe.”
Oración y bendición pastoral
El
ministro le pedirá a Dios que bendiga el nuevo hogar, y pronunciará la
siguiente bendición pastoral:
“Y ahora, que aquel que caminó en íntima comunión
con la primera pareja humana en los días de la inocencia, aquel Varón de
dolores cuyo ministerio milagroso produjo gran regocijo en la fiesta de bodas,
aquel que morando en su corazón puede hacer de su hogar una morada de amor y
paz – el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo – sean con ustedes para siempre.
Amén.”
CEREMONIA 4
Se deja al criterio del ministro el orden del
programa. Unos comienzan con la lectura de partes seleccionadas de las
Escrituras; otros, con oración y aun otros con reminiscencias oportunas de
ejemplos bíblicos. Hay quienes omiten todo eso al principio y lo reservan para
el final, Unos oran al principio y también al final. Lo mejor es que cada
ministro determine desde el principio la forma de ceremonia que va a emplear,
de acuerdo con lo que prefieran los novios. El ministro debe asegurarse de que
los contrayentes hayan cumplido con los requisitos de la ley civil.
El padrenuestro (opcional)
Institución del matrimonio
Los novios
(el hombre a la derecha de la mujer) permanecerán de pie ante el ministro y los
testigos.
Dirigiéndose
a la congregación, el ministro dirá:
“La divina revelación declara que el matrimonio es
un estado honroso; instituido por Dios cuando el hombre aún era inocente, antes
que pecara contra su Hacedor y fuera expulsado del Paraíso. Fue una concesión
sabia y benéfica para guardar el orden social y transmitir – mediante el buen
orden familiar – la pureza, la santidad y la verdad de generación en
generación”.
“Cristo aprobó el matrimonio cuando hizo su primer
milagro y santificó con su presencia las bodas de Caná de Galilea. San Pablo
recomienda que es digno de honor entre todos. Por tanto, debe contraerse con
reverencia y en el temor de Dios.”
Votos
Dirigiéndose
a los novios, el ministro dirá:
“Como señal de su unión como esposo y esposa,
tómense ahora de la mano.”
Dirigiéndose
al novio, el ministro preguntará:
“__________ (nombre
del novio), ¿toma usted a ésta mujer, cuya mano sostiene, como su legítima
esposa? ¿Promete solemnemente delante de Dios y de éstos testigos amarla,
honrarla y consolarla, manteniéndose fiel a ella y cumpliendo con todos los
deberes de un esposo hacia su esposa, mientras Dios le conceda vida?”
El novio responderá: “Si, lo haré.”
Dirigiéndose
a la novia, el ministro preguntará:
“__________ (nombre de la
novia), ¿toma usted a éste hombre, cuya mano sostiene,
como su legítimo esposo? ¿Promete solemnemente delante de Dios y de éstos
testigos amarlo, honrarlo y consolarlo, manteniéndose fiel a él y cumpliendo
con todos los deberes de una esposa hacia su esposo, mientras Dios le conceda
vida?”
La novia responderá: “Sí, lo haré.”
Si el
novio va a entregarle un anillo a la novia, el ministro lo tomará de la mano
del novio. Dirigiéndose a él, le preguntará:
“__________ (nombre del
novio), ¿le da usted éste anillo a __________ (nombre de la novia) como prenda y
prueba de que la toma como su legítima esposa, como señal de amor puro y
sincero de que usted la amará y cumplirá fielmente los votos sagrados con que
ahora se ha juramentado con ella?
El novio responderá: “Sí.”
Dirigiéndose
a la novia, el ministro preguntará:
“__________ (nombre de la
novia), ¿acepta usted éste anillo de parte de
__________ (nombre del novio), a
quien ha tomado como su legítimo esposo, como prueba y prenda de amor
verdadero, y de que cumplirá fielmente los votos sagrados que le ha hecho?”
La novia responderá: “Sí.”
El
ministro le devolverá el anillo al novio, indicándole que se lo ponga a la
novia, y dirá a los dos:
“Sea éste el
sello de su fe mutua y del afecto y felicidad que sienten el uno por el otro,
recuerdo de ésta sagrada celebración y de los sacrosantos vínculos conyugales
por los cuales se han unido en santo matrimonio hasta que la muerte los
separe.”
Pronunciamiento
“Por cuanto éste hombre y ésta mujer solemnemente
delante de Dios y de éstos testigos se han dado y empeñado su fe y palabra el
uno al otro, y lo han manifestado con la unión de las manos, ahora yo los
declaro esposo y esposa en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén. A los que Dios ha unido, que ningún hombre los separe.”
Oración y bendición pastoral
El
ministro les dirá a los novios que se arrodillen, y concluirá con la siguiente
oración y bendición pastoral:
“Dios eterno, Creador y Soberano del género humano,
Dador de toda gracia espiritual, Autor de la vida eterna: Bendice a éste hombre
y a ésta mujer. Ayúdales día tras día a formar su hogar del cual tú seas la
cabeza y el huésped invisible. Ayúdales a cumplir y a guardar siempre los votos
y promesas que se han hecho éste memorable día”.
“Que Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios el Espíritu
Santo los bendiga, los guarde y los mantenga firmes; que el Señor en su
misericordia vuelva a ustedes su rostro para bendecirlos rica y abundantemente,
y los llene de su Santo Amor, y que en el mundo venidero disfruten de la vida
perdurable. Amen.”
Pasajes bíblicos
El ministro seleccionará algunos de los siguientes
pasajes para 1eer durante la ceremonia de acuerdo con el orden del programa
establecido de antemano:
“Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté
solo; ...” Génesis 2:18-24.
“Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar,
levantando manos santas, sin ira ni contienda. ...” 1 Timoteo 2:8-10; 5:14.
“Honroso sea en todos el
matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros
los juzgará Dios” Hebreos 13:4.
“Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como
conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con
ellas” Colosenses 3:18-19.
“Goza de la vida con la mujer que amas, ...”
Eclesiastés 9:9.
Otros
pasajes pertinentes
Proverbios 7:6-27; 12:4; 31:10-12,14,20,23; 31:10-31
Mateo 19:3-12; 22:30
Romanos 7:2-3
1 Corintios 6:16
1 Corintios 7:29-3 1
1 Corintios 11:8-9,11-12
2 Corintios 6:14-18
Tito 2:3-5
1 Pedro 3:1-7
XI. BODAS DE PLATA
Presentación de los esposos
Digiriéndose
a los presentes, el ministro dirá:
“Queridos hermanos y amigos, estamos reunidos en la
presencia de Dios y de éstos testigos a fin de celebrar los votos de
veinticinco años de casados de nuestros hermanos __________ (nombres y apellidos de los esposos).
“Gracias a Dios por los matrimonios que han salido
victoriosos y se han mantenido fieles a sus votos. De ésto son ejemplo digno de
honor nuestro hermano __________ (nombre
del esposo) y su querida esposa __________
(nombre de la esposa), con los cuales
nos complace celebrar éste aniversario de Bodas de plata. Es para mí un gran
honor solemnizar un aniversario tan glorioso y trascendental.
Renovación de votos
Dirigiéndose
a los esposos, el ministro dirá:
“Durante veinticinco años se han conservado fieles a
sus votos, habiéndose empeñado su palabra y su amor. Los años han transcurrido
en la infinita sucesión del tiempo, y la vida ha sido agitada con las muchas
vicisitudes del diario vivir. Los han azotado enfermedades, divergencias de
opiniones, problemas familiares; en fin, ¡adversidades mil! No obstante,
ninguna de éstas cosas los ha podido separar, y hoy permanecen fieles el uno al
otro.”
Dirigiéndose
al esposo, el ministro le dirá que repita estas palabras:
“Yo, __________ (nombre
del esposo), en éste día de nuestras Bodas de plata te reafirmo mi lealtad
y te prometo, con la ayuda de Dios, ser fiel esposo hasta que la muerte nos
separe, por lo cual, una vez más, te empeño mi palabra y mi amor.”
Dirigiéndose
a la esposa, el ministro le dirá que repita estas palabras:
“Yo, __________ (nombre
de la esposa), teniendo la dicha de celebrar nuestras Bodas de plata, y
habiendo dado buen ejemplo a nuestra familia, te prometo, con la ayuda de Dios,
ser fiel esposa hasta que la muerte nos separe, por lo cual, una vez más, te
empeño mi palabra y mi amor.”
Entrega de anillos
Dirigiéndose
al esposo, el ministro le dirá que repita estas palabras:
“Querida esposa, que éste anillo sea el símbolo de
pureza y de lo perpétuo de nuestro amor sincero y fidelidad.”
Dirigiéndose
a la esposa, el ministro le dirá que repita estas palabras:
“Querido esposo, en honor a tus esfuerzos y a tu
fidelidad a Dios, a tu esposa y a nuestra familia, te entrego éste anillo,
símbolo de nuestro amor inseparable y constante.”
XII. BODAS DE ORO
Esta ceremonia ya la han celebrado con antelación
hace 50 años, es por eso que ésta noche(día) ustedes son el ejemplo vivo de lo
que puede ser una pareja cuando siempre ha estado en amor y la comprensión por
encima de cualquier otro interés que no ser de estímulo y edificación.
Presentación de los esposos
Digiriéndose
a los presentes, el ministro dirá:
“Queridos hermanos y amigos, estamos reunidos en la
presencia de Dios y de éstos testigos a fin de celebrar los votos de cincuenta
años de casados de nuestros hermanos __________ (nombres y apellidos de los esposos)”.
“Gracias a Dios por los matrimonios que han salido
victoriosos y se han mantenido fieles a sus votos. De ésto son ejemplo digno de
honor nuestro hermano __________ (nombre
del esposo) y su respetable esposa __________ (nombre de la esposa), con los cuales nos complace celebrar éste
aniversario de Bodas de oro. Es para mí un gran honor solemnizar un aniversario
tan glorioso y trascendental.
Renovación de votos
Dirigiéndose
a los esposos, el ministro dirá:
“Durante cincuenta años se han empeñado
recíprocamente su palabra y su amor. Los años han transcurrido en la infinita
sucesión del tiempo, y la vida ha sido agitada con las muchas vicisitudes del
diario vivir. Los han azotado enfermedades, divergencias de opiniones,
problemas familiares; en fin, ¡adversidades mil! No obstante, ante nada de eso
se han doblegado; al contrario, con virtuosa sabiduría y paciencia han
permanecido fieles el uno al otro.”
Dirigiéndose
al esposo, el ministro le dirá que repita estas palabras:
“Yo, __________ (nombre
del esposo), en ésta ceremonia conmemorativa de nuestras Bodas de oro te
reafirmo la promesa que te hice hace cincuenta años, rogando a Dios que no
permita que nada, salvo la muerte, nos separe, por lo cual te empeño una vez
más mi palabra y mi amor.”
Dirigiéndose
a la esposa, el ministro le dirá que repita estas palabras:
“Yo, __________ (nombre
de la esposa), que celebro contigo éstas Bodas de oro, te prometo, con la
ayuda de Dios, cumplir con las promesas que te hice hace cincuenta años, y ser
fiel esposa hasta la muerte, por lo cual te empeño mi palabra y mi amor.”
Entrega de anillos
La Biblia dice
cuando Dios hizo un pacto con Noé colocó en el cielo el arco iris como señal
del pacto. Es por eso que éste anillo nos recuerda éste solemne convenio
nupcial.
Dirigiéndose
al esposo, el ministro le dirá que repita estas palabras:
“Querida esposa, con éste anillo reafirmo las
promesas que te he hecho. Que éste sea el símbolo de pureza y de lo perpetuo de
nuestras promesas y fidelidad.”
Dirigiéndose
a la esposa, el ministro le dirá que repita estas palabras:
“Querido esposo, con éste anillo te expreso mi amor
y constancia, y en honor a tus esfuerzos y a tu fidelidad a Dios, a tu esposa y
a tu familia, te reitero mis promesas y fidelidad.”
Opcional
Querido esposo(a) que éste anillo siga siendo el
símbolo puro e inmutable de nuestro amor, promesas y fidelidad.
Oración
Dios Padre, Hijo y espíritu Santo os bendiga y
guarde. Haga resplandecer su rostro sobre ustedes, les siga concediendo
misericordia y paz.
XIII. ORDENACIÓN DE MINISTROS
Servicio de ordenación
Preludio musical
Desfile de los candidatos
Oración
Lectura de un pasaje bíblico de adoración
Alabanza y adoración
Lectura bíblica
Alabanza y adoración
Mensaje
Presentación de los candidatos
Ceremonia de ordenación
Lectura del mandato
El mandato va dirigido a los que serán ordenados.
Consta de pasajes bíblicos que tienen que ver con los candidatos al ministerio,
el último de los cuales generalmente es la comisión de Mateo 28:19. Debe leerse
de una manera solemne.
Ordenación
Después de la lectura del mandato, se arrodillarán
los candidatos para la ordenación. Luego se les impondrán las manos uno por
uno, y se orará por ellos después de decirles lo siguiente:
“Hermano __________ (nombres y apellidos del candidato), el presbiterio (o algún otro cuerpo autorizado) le
impone ahora las manos, separándolo para el ministerio al cual Dios lo ha
llamado, y le pide al Señor que le imparta los dones y la gracia del Espíritu
Santo que lo harán eficaz para desempeñar éste ministerio.”
Luego uno
de los presbíteros (u otro dirigente competente) orará por esta persona en
particular y así se hará con cada una de las personas ordenadas.
Santa Cena
Alabanza y adoración
Clausura
Bendición pastoral
Pasajes bíblicos
“Aconteció después de la muerte de Moisés siervo de
Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, diciendo: ...
como estuve con Moisés, estaré contigo; ...” Josué 1:1-9.
“Jehová llamó a Samuel; y él respondió: Heme aquí. Y
...” 1 Samuel 3:4-10.
“Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos
hermanos, ...” Mateo 4:18-22.
“Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el
Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he
llamado. Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los
despidieron” Hechos 13:2-3.
“Del [evangelio] yo fui hecho ministro por el don de
la gracia de Dios que me ha sido dado según la operación de su poder. A ...”
Efesios 3:7-8.
“De la (iglesia) fui hecho ministro, según la
administración de Dios que me fue dada para con vosotros, para que anuncie
cumplidamente la palabra de Dios, ...” Colosenses 1:25-29.
“Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don
de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. ...” 2 Timoteo 1:6-13.
“Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es
en Cristo Jesús. ...” 2 Timoteo 2:1-10.
“Te encarezco delante de Dios y del Señor
Jesucristo, ...” 2 Timoteo 4:1-8.
Otros
pasajes pertinentes
Lucas 10:1-2 Gálatas
1:15-16
Hechos 20:24 Efesios 4:11-12
Hechos 26:14-18 Colosenses 4:17
Romanos 10:14-15 Tesalonicenses 2:3-12
1 Corintios 1:23, 27-30 1 Timoteo 3:1-15
1 Corintios 3:7-10 1 Timoteo 4:1-16
2 Corintios 4:1-10 1 Timoteo 6:1-21
2 Corintios 5:11, 18-20 2 Timoteo 2:11-25
2 Corintios 6:3-7 2 Timoteo 3:1-17
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