TEMA
Nº 7
EXPIACIÓN
Significa cubrir o hacer el pago adecuado a Dios a causa
del pecado que ha violado su carácter Santo.
En el Antiguo Testamento
1.
Origen, fue ordenado en el cielo; porque no
fue un pensamiento de último momento por parte de Dios. Ap. 13:8; Tito 1:2.
2.
Instituido en la tierra Ex. 12:3 y 6. desde el
comienzo Dios ordenó el sacrificio que prefiguraba o se convertiría en un medio
de gracia para el arrepentido y creyente.
En Génesis presenta la criatura inocente y sin defecto, que
muere por el culpable y Apocalipsis nos habla del “Cordero inmolado” muerto,
con el propósito de liberar al culpable de sus pecados. Ap. 5:6-10.
3.
Su eficacia. Era buena porque cumplía ciertos
propósitos en el plan divino, es decir un medio de gracia.
Existía una amplia diferencia entre una criatura irracional
(cordero) e irresponsable, y un hombre hecho a la imagen de Dios; por lo tanto
era evidente que el animal no realizaba el sacrificio en forma inteligente, o
voluntaria; no existía comunión o afinidad entre el oferente y la víctima. Heb.
10:4.
La repetición de éstos sacrificios nos señala su
imperfección; no podían proporcionar una relación perfecta con Dios sobre la
cual pudiese edificar su carácter Heb. 10:1-2. Los sacrificios de animales eran
ofrecidos por sacerdotes imperfectos que no podían entrar en ningún momento al
lugar santísimo sin antes ofrecer sacrificio por sí mismos, eran incapaces de
conducir al adorador directamente a la presencia divina. Heb, 9:6-8.
En el Nuevo Testamento
1.
La necesidad se desprende de dos (2) hechos
importantes (1) La Santidad de Dios, (2) el pecado del hombre.
Es tan posible como necesaria; Dios hace justicia en virtud
de la cual el pecador debe ser castigado y en virtud de su gracia, Él le
proporciona un plan para perdonarle.
2.
Su naturaleza: en que sentido o manera Cristo
murió por nuestros pecados? Cristo fue la única persona que pudo realizar una
expiación permanente por los pecados de todos los hombres I P. 3:18; Jn. 1:29;
Mat. 1:21. Con su muerte en la Cruz, siendo sin pecado por ser el Dios-Hombre,
el ser Divino-Humano, fue el sacrificio expiatorio final y perfecto. Heb. 2:17;
I P. 1:18-19; I Jn. 4:10.
Analizaremos su naturaleza a través de diferentes conceptos
o términos:
a)
Expiación: el expiar el pecado significa
ocultarlo de la vista de Dios, a fin que pierda el poder de provocar su ira.
b)
Propiciación: en griego “apaciguar la justa
ira de un Dios Santo, mediante el ofrecimiento de un sacrificio expiatorio”
Romanos 3:25; I Jn. 2:2.
c)
Substitución: significa colocar una persona en
lugar de otra Isaías 53 Cristo se identificó en virtud de haber asumido la
naturaleza humana y así poder sufrir su pena II Co. 5:21.
d)
Redención: Significa liberar o comprar
mediante el pago de un precio I Co. 6:19,20; Gál. 4:4-5.
e)
Reconciliación: Significa restaurar lo que
había sido roto. En Cristo, Dios dio lugar a la reconciliación del mundo con Él
e hizo posible que los hombres volvieran a establecer una correcta relación con
Él. II Co. 5:18,19. La muerte de Cristo ha hecho posible la reconciliación pero
ahora cada individuo le corresponde hacerla una realidad en su vida.
3.
Eficacia: (a) Por medio de ella perdona la
trasgresión, pagó la deuda que nosotros no podíamos pagar y aseguró la remisión
de pecados pasados Jn. 1:29. (b) Por medio de ella nos ha hecho libres del
poder del pecado Ro. 8:2; 6:14. (c) Tenemos la liberación de la muerte
espiritual Heb. 2:9, Jn. 11:26. (d) Nos dio el don de vida eterna que significa
estar gozosos y en plena comunión con Él Ro. 6:23. (e) Nos da una vida en
victoria. La Cruz de Cristo declara la terrible pena del pecado, pero también
revela el amor y la gracia de Dios. Ro. 5:10-11. (f) El creyente podrá obtener
la victoria contra el diablo mientras cuente con el Vencedor de éste Ap. 12:11;
Col. 2:15.
TEMA
Nº 8
LA
SALVACIÓN (SOTERIOLOGÍA)
Soteriología se deriva del griego Soteria → Salvación Logos → Doctrina
Significa “liberación” y bíblicamente se refiere a la Obra
de Dios en favor del hombre, que provee el camino de liberación de la condena y
castigo del pecado.
“Salvación” representa la obra total de Dios por medio de
la cual Él rescata al hombre de la ruina eterna y la sentencia del pecado, y le
confiere las riquezas de su gracia, incluyendo la vida eterna ahora y la gloria
eternal en los cielos. Es una obra de Dios en favor del hombre.
FUNDAMENTOS DEL PLAN
Objetivos: Descubrir a la luz de la Escritura cual fue el plan de Dios para
rescatar al hombre Col. 2:14-15.
Argumento Bíblico: Gn. 2:16-17.
Para encontrar el plan de Dios tenemos que ir al Edén
cuando Dios le dice a Adán: “puedes comer de todo árbol menos de aquel que está
en medio del huerto”. Cuando Dios hizo al hombre hizo un pacto con él.
ü Primer elemento → las partes eran Dios y el hombre (Adán).
ü Segundo elemento → Beneficio → Vida Eterna.
ü Tercer elemento → la Condición → Obediencia Perfecta.
ü Cuarto elemento → si Adán Invalidaba → Muerte Eterna Jn. 3:16.
El Plan de Dios no se iba a detener por nada, por que
estaba profetizado un plan Redentor Gn. 3:15 el cual Dios había expresado antes
de expulsar al hombre fuera del huerto del Edén.
La necesidad de ésta, obedece a la caída del hombre en la
cual perdió su estado de “justicia” que significa “rectitud”, pureza moral y
posición correcta delante de Dios.
La realidad es que sin Cristo todos los hombres:
ü Están perdidos y sin remedio.
ü Están condenados a morir en sus pecados.
ü Están separados y alienados de Dios por causa del pecado.
El cimiento de la Salvación → “Dios mismo”
Por estar dentro de su carácter:
ü Su Amor: es inagotable e incondicional Jn. 3:16, Jn. 15:12-13.
ü Su Misericordia: Detuvo el merecido castigo Judas 21.
ü Su Gracia: Concesión de Dios del favor inmerecido. Ef. 2:4-10; Tito
2:11.
La Base de la Salvación → “La Cruz”
El perdón de pecados se obtiene solamente mediante el
derramamiento de sangre y la de Cristo derramada en la Cruz hace posible que
Dios perdone los pecados del hombre.
El Medio de la Salvación → “La Fe”
ü Es el único medio por el cual el hombre puede volver a establecer una
correcta relación con Dios Heb. 11:6.
ü Es el medio o conducto por el cual la sangre de Cristo es aplicada a
los pecados personales del hombre. Ex. 12:21-29; Heb. 11:28.
La Fé es Pedir a Dios que nos
salve a través de Jesucristo y Creer, basándonos en Su Palabra, que Él lo hará.
Jn. 5:24.
NATURALEZA DE LA SALVACIÓN
Es una experiencia vívida y experimentada donde yo puedo
sentir y ver tres (3) elementos que son: la justificación, regeneración y
santificación.
1. Justificación
Es la verdad fundamental de la provisión salvadora de Dios
para los pecadores culpables y perdidos.
“Es el acto de Dios
por el cual declara justo a aquel que cree en Cristo”.
Término judicial o legal que nos recuerda una escena en los
tribunales de justicia; el hombre culpable ante Dios recibe la absolución
y se le declara Justo es decir Justificado.
a)
Es absolución Divina por ser una
acción de la Gracia libre de Dios, por medio de ello perdona todos nuestros
pecados y nos acepta en calidad de justos ante su presencia, en virtud de la
justicia de Cristo atribuida a nosotros y recibida por la fe solamente. Borra
el pasado (pecados y ofensas) y trata a la persona como si nunca hubiese
cometido falta alguna en su vida.
b)
La gracia es la fuente de la justificación.
El pecador no es perdonado porque Dios es misericordioso para excusar sus
pecados, sino porque existe redención por medio de la sangre de Cristo Ro.
3:24, Ef. 1:7. La gracia es independiente de la actividad u obra del hombre.
Miq. 7:19.
c)
La necesidad es evidente puesto
que el hombre ha sido condenado por su pecado Ro. 3:23. Es por ello que tenemos
la pregunta del carcelero cuando reconoció que había pecado ¿Qué debo hacer
para er salvo? Hech. 16:30.
Pasos para una Verdadera
Conversión
1.
Escuchar la Palabra Mat. 7:24(a),
Jn. 5:24
2.
Creer en la Palabra Jn. 5:24
3.
Tener Fe Heb. 11:6
4.
Arrepentirse Hech. 2:38
5.
Sentir dolor Hech. 3:19
6.
Confesar el pecado Fil. 2:11; Ro.
10:9-10
7.
Firme propósito de no hacerlo más
Hech. 2:37-38.
Fe: es creer y tener confianza. Al ordenársele al hombre creé indica que
tiene la capacidad y la obligación de hacerlo. Heb. 11:1, 6; Jn. 1:12.
Arrepentimiento: Es la conversión de culpabilidad producida por la aplicación de la ley
divina al corazón, por el Espíritu Santo Ro. 3:23-24; 6:23.
Tres elementos constituyen un verdadero arrepentimiento (a)
El intelectual Salmo 51, Ro. 1:32; (b) El emocional II Co. 7:9-10, (c) El
práctico Jer. 25:5, Hech. 2:38, Ro. 2:4.
“Arrepentirse” significa cambiar uno de mente acerca de:
(1) Dios, (2) Uno mismo (como pecador), (3) Nuestra necesidad de salvación; lo
cual nos vuelve hacia Dios y nos hace volver la espalda al pecado. Hech. 26:20.
Conversión: Es el resultado de la confesión hecha con arrepentimiento, dolor, fe y
del propósito firme de apartarse del pecado y acudir a Dios. Hech. 3:19; la
cual se produce mediante la cooperación armónica de las actividades divinas y
humanas Fil. 2:11-13.
2. Regeneración
Es un acto divino que imparte al creyente penitente una
vida nueva y más elevada en unión con Cristo. Al ser un hijo de Dios Jn. 1:12
empieza el proceso de:
a)
Un Nuevo Nacimiento. Acto de gracia creativa
que hace al creyente un Hijo de Dios. I Jn. 5:1.
b)
Una Limpieza. El alma es completamente limpia
de las inmundicias de la vieja vida, y hecha vivir en novedad de vida. Tito
3:5.
c)
Un Avivamiento. Es una nueva vida impartida
por el Padre a través de Cristo y por la operación del Espíritu Santo. Ro.
12:2, Sal. 51:10.
d)
Una Creación. Es el resultado práctico del
cambio radical en la naturaleza del individuo, carácter, deseos y propósitos.
II Co. 5:17, Efe. 4:24.
e)
Una Resurrección. Este acto de resurrección de
la muerte espiritual es simbolizada en el bautismo en agua. Ro. 6:2-7, Col.
2:12 y 3:1.
3. Santificación
Es la obra progresiva del Espíritu Santo en mi vida y el
estar convencido de su realidad en nosotros I P. 1:2
Es el proceso cotidiano de ser conformado a la imagen de
Cristo, tanto en carácter como en conducta II Co. 7:1.
El nuevo nacimiento en el Espíritu es una experiencia de
carácter espiritual, la razón o el entendimiento no lo entiende porque solo lo
comprende el espíritu del Hombre. Jn. 3:1-12 Jesús y Nicodemo.
Es un proceso, donde el cascarón está siendo quebrado y la
vida interior empieza a predominar, ésto sucede en el espíritu, por lo tanto
Dios exige que sea una experiencia diaria y el alma muere mediante el proceso
de la cruz cuyos elementos son: (a) negarme a mi mismo, (b) Todos los días debo
tomar mi cruz, (c) Debo tener una entrega absoluta o sumisión al Espíritu de
Dios, (d) Debo quitar toda amargura, malicia, gritería, soberbia I Co. 6:11,
Stg. 1:22, 25.
Es el proceso de Dios en el cual aprendemos a morir, para
que la vida de Dios fluya, debo humillar mi razón o intelecto, el sentimiento o
emoción y mi voluntad.
La santificación es en el tiempo de Dios “kayros” → Ya mientras nosotros tenemos “kronos” → común y corriente.
Es indispensable describirla como ese proceso que incluye:
a)
Separación. Bíblicamente está apartado de lo
terrenal y humano para tener una absoluta perfección moral y divina para honra
y gloria de Dios. Ef. 1:11-12, Ro. 8:30.
b)
Dedicación. Somos especial propiedad de Dios
cuando nos hacemos partícipes de su naturaleza divina, consagrándonos a la
comunión y servicio a Dios por medio de Jesucristo Ef. 1:14.
c)
Purificación. La limpieza es una condición de
santidad, pero no la santidad misma, al igual que Dios santificó y separó a los
hijos de Aarón para el sacerdocio por la
mediación de Moisés, al agua, el aceite y la sangre, así Dios purifica a los
creyentes para el sacerdocio espiritual. I P. 2:5 por la mediación del hijo I
Co. 1:30 y por medio de la Palabra Jn. 17:17, la sangre Heb. 10:29 y el
Espíritu I Cor. 6:11, Tito 3:5.
d)
Consagración. Es vivir santa y justamente. La
justicia representa la vida regenerada según la ley y naturaleza divina,
reclamando la remoción de cualquier inmundicia o suciedad para poder vivir una
vida santa. Ro. 12:1; II Co. 7:1.
e)
Servicio. Es el único sentido en el cual el
hombre puede pertenecer a Dios, como adorador de Él rindiéndole servicio.
La santificación es:
a)
Absoluta en el sentido de que se trata de una
obra hecha de una vez y para siempre Heb. 10:14.
b)
Es progresiva porque el creyente debe seguir
la santidad y perfeccionar su consagración limpiándose de toda inmundicia. Heb.
12:14, I P. 1:15.
LOS MEDIOS DIVINOS DE LA
SANTIFICACIÓN
a)
La Sangre de Cristo nos proporciona una
santificación absoluta, eterna y posicional. Heb. 13:12, I Jn. 1:7.
b)
El Espíritu Santo nos santifica internamente y
opera la transformación de la naturaleza del creyente. I P. 1:2, I Co. 6:11.
c)
La Palabra es la santificación externa y
práctica. Jn. 17:17; Ef. 5:26; Sal. 119:105.
SEGURIDAD DE LA SALVACIÓN
La experiencia nos confirma la posibilidad de una caída
transitoria de la Gracia, la cual llamamos “reincidencia” o vuelta a caer,
retroceder o apartarse.
A través de las siguientes preguntas tendremos mayor
claridad en cuanto a ésto:
1.
¿Es incondicional la salvación
final del creyente o puede éste perderla debido al pecado?
I Co. 10:12; Heb. 2:1-3.
2.
¿Puede una persona que ha
reincidido perderse finalmente?
a)
Salmo 51:17(b).
b)
Heb. 10:26
3.
¿De quién depende la salvación?
a)
De Dios porque su Gracia está
presente invariablemente para advertir, contener, alentar y sostener.
b)
Depende del hombre el escoger la
vida o la muerte. Dios nos ha dado un libre albedrío y no nos privará de ello.
I Cor. 6:12; 10:23.
4.
¿Puede ser resistida la Gracia de
Dios?
El Nuevo Testamento nos enseña que si puede ser resistida
hasta la perdición eterna Jn. 6:63 y 64: II P. 1:10 y la perseverancia esta
condicionada al mantenerse en contacto con Dios.
El poder de Cristo como salvador, la fidelidad del Espíritu
que habita en nosotros, la certeza de las promesas divinas, y la infalible
eficacia de la oración son los medios de seguridad de la salvación.
En Mt. 5:48 nos habla de ser perfectos, esto no quiere decir
que nunca vamos a cometer errores. Perfecto es el creyente maduro que ha
cambiado, es cuando la Obra del Espíritu Santo ha tomado el cuerpo en el
creyente.
Dios hace el llamamiento (salvación) que es irrevocable; es
decir, no se puede quitar Ro. 11:29.
En Mateo 7:21-23 dice:
“El que entra al
reino y hace la voluntad del Padre” ¿Cuál voluntad? “Vivir de acuerdo a su Palabra”, éste tendrá salvación.
La Salvación nunca se pierde; el que pierde es la persona. La voluntad de Dios es
que todos vengan al arrepentimiento por eso la Biblia no nos señala pronósticos
de cuantos se salvan o se pierden.
Dios prevee el destino pero no lo fija. I Co. 10:13, por fe
el creyente puede sentirse seguro gracias a la verdad de la Palabra de Dios y
al Eterno testimonio del Espíritu Santo. Ro. 8:16, I Jn. 5:11 y 12.
La participación del creyente es nutrirse en la Palabra de
Dios, someterse al ministerio del Espíritu Santo y preservar la comunión
constante con Dios a través de la oración. Por medio de la fe, la obediencia y
la sumisión a la voluntad de Dios, el creyente se adueña de todo lo que la
gracia de Dios suple, estas nos mantienen en comunión con Cristo, quien es fiel
y nos preserva hasta el fin. II Ti. 1:12. (Ilustración Sra. En el avión).
TEMA
Nº 9
SANIDAD
DIVINA
La hermana Aimee Semple McPherson expresó: “Creemos que la sanidad Divina es el poder
del Señor Jesucristo para sanar al enfermo en respuesta a la oración de fe; que
Él, quien es el mismo ayer, hoy, y por los siglos, nunca ha cambiado sino que
todavía es una ayuda suficiente en la hora de la angustia, poderoso para suplir
toda necesidad, vivificar y renovar la vida del cuerpo, como también la del
alma y del espíritu en respuesta a la fe de aquellos que siempre oran con
sumisión a su divina y soberana voluntad”.
A la luz de las escrituras y su revelación de la voluntad,
propósito y poder de Dios, es razonable creer que Dios está interesado en los
cuerpos físicos de aquellos que son sus hijos mediante el nuevo nacimiento.
La condición del cuerpo afecta el alma, de la misma manera
que ésta y el espíritu afectará el cuerpo. Prov. 17:22; 15:13.
Cuando Adán pecó, ambas partes de su naturaleza fueron
afectadas por la caída; el alma del hombre está corrompida por el pecado, su
cuerpo esta expuesto a enfermedad, de allí encontramos la necesidad doble del
hombre, por poseer dos naturalezas: material y espiritual. El plan completo de
la redención de Cristo incluye ambas naturalezas del hombre, provee para la
restauración de su vida espiritual y al mismo tiempo provee para los resultados
del pecado vistos en su ser físico. Esto está ilustrado en el Ministerio de
Jesús y también representado por la comisión doble dada a los discípulos. Marcos
16:15-18.
La enfermedad es el resultado del pecado, y su presencia en
el mundo es consecuencia directa de la influencia y el poder de Satanás. Job
2:7, Hech. 10:38; Lc. 13:16.
La Biblia nos habla de tres (3) tipos de enfermedades:
a)
Demoníaca. Mateo 9:32.
Sanidad: Mateo 8:16 y 12:22-24.
b)
Enfermedad de Pecado. II Co. 21:4,
15, 18.
Sanidad: Stgo. 5:14-16, Núm. 12:12-16.
c)
Enfermedad Biológica. I Ti. 5:23.
Sanidad: Jn. 5: 5-9, Lc. 8:43-48.
SANIDAD INTEGRAL
Isaías 53:5 → Él
llevó
Enfermedad → Físicas.
Dolores → Psíquicos.
Pecados → Espirituales.
Santiago 5:14-16
Enfermedad →
Pecados →
Alma →
LA SANIDAD Y LA VOLUNTAD DE
DIOS
El mayor impedimento para que los creyentes disfruten de la
sanidad divina y salud es la falta del conocimiento claro de la voluntad de
Dios en cuanto a ésta.
La mayoría de personas no han tomado el tiempo para
aprender cual es la voluntad de Dios revelada en su Palabra y cuales son sus
provisiones para sanar. Lc. 5:12,13 “si quieres, puedes” esa es la frase que
tenemos muy común en nuestros días pero Jesús dice Mr. 9:23 “Si puedes creer,
al que cree todo le es posible”.
Nadie puede tomar un beneficio por fe si duda de su disponibilidad.
Dios es bueno, y desea la bendición y la salud de todos sus hijos. La única
manera segura de aprender cual es la voluntad de Dios con respecto a la sanidad
para los enfermos es buscar en su Palabra y determinar lo que dice sobre el
tema. En el plan de Dios para su pueblo en cada época, la salud física y la
sanidad fueron incluidas.
La Sanidad Divina en el
Antiguo Testamento
La primera sanidad divina registrada en la Biblia la
encontramos en Gn. 20: 17-18 cuando Abraham oró a Dios a favor de Abimelec, su
mujer y siervo. El pacto permanente de Éx. 15:26, no existe registro alguno
donde Dios haya anulado la promesa hecha aquí; esta gran promesa todavía se
aplica hoy en día, porque Dios no dijo “yo fui” sino “Yo soy”, indicando la
gran naturaleza eterna e inmutable de Dios mismo. Sal. 91:9-10; 103: 2,3;
107:20.
La Sanidad en el Ministerio
de Jesús
Jesús fue la expresión de la voluntad del padre; en su vida
y ministerio entero Él fue “la Palabra”, hablando la voluntad de Dios Jn. 6:38.
Él llevó a cabo literalmente la voluntad de Dios, por ésta razón cuando vemos a
Jesús sanando a las multitudes que venían a Él, vemos al Padre en acción. Jn.
14:10.
La sanidad de los enfermos fue hecha como una revelación de
la voluntad de Dios para el hombre. Un total de veintisiete (27) sanidades
individuales acreditadas a Jesús son halladas en las Escrituras y
aproximadamente diez (10) ocasiones sanidad general de grandes números de
personas y esa promesa la dejo a sus discípulos Jn. 14:12.
Es sorprendente y digno de notar el hecho que Jesús sanó a
todo aquel que vino a Él, o que fue traído a Él para ser sano.
La Sanidad en el Ministerio
de los Discípulos
En Mt. 10:1 la manera como Jesús extendió ese ministerio a
sus discípulos, dándoles poder para sanar a los enfermos, resucitar muertos y
echar fuera demonios. Mr. 6:7-13.
Lc. 10:1-9 Jesús da el mismo ministerio a los setentas
(70). Sin duda el poder dado a los doce y a los setenta es el mismo poder
prometido por Jesús que sería en calidad permanente y que fue recibido por la
Iglesia en el día de Pentecostés Jn. 14:16,17; Lc. 24:49, Hech. 1:8.
La Sanidad en la Iglesia
Primitiva
El libro de Hechos contiene el relato inspirador de lo que
Jesús continuó haciendo y enseñando después de su ascensión al cielo y por ello
le reconocemos como otra revelación más de la voluntad de Dios referente a la
sanidad de los enfermos. Hech. 3:6.
El Cristo viviente obrando a través de su cuerpo, la
Iglesia, es la verdadera imagen del ministerio cristiano de hoy. Nada ha
cambiado concerniente a las provisiones de Dios para las necesidades de la
humanidad desde los días apostólicos Cristo ha muerto y ha resucitado, el
Espíritu Santo ha sido derramado, y la gran comisión está aún en vigencia. La
ruina del pecado y sus horrendos resultados todavía están manifestados en
nuestro mundo hoy. Los médicos, con todo su conocimiento y dedicación, todavía
están confundidos por las aflicciones y enfermedades. Nadie puede probar que el
Dios que nunca cambia ha alterado su voluntad respecto a la sanidad de
enfermedades. Éx. 15:26.
La Sanidad a través de la
Historia de la Iglesia
La historia muestra que la sanidad por el poder directo de
Dios continuó a través de la entera era eclesiástica hasta el tiempo presente.
En el 165 D.C. Justino Martyo “Muchos enfermos y
endemoniados a través del mundo entero y en su ciudad han sido sanados y están
sanando por medio del ministerio de muchos de nuestros hombres cristianos
quienes oran en el nombre de Jesucristo, que fue crucificado bajo Poncio
Pilato”.
En el 250 D.C. Origen, testifica “Y algunos dan evidencia
de haber recibido mediante su fe un poder maravilloso por las sanidades que
ejecutan, invocando al Dios de todas las cosas y de Jesús.
En el 429 D.C.
Teodoro de Mopsuesti dice: “A través de los cristianos, muchos paganos
son sanados de cualquier enfermedad que tengan, por lo tanto, abundantes son
los milagros en nuestro medio”.
En el 500 D.C. Gregorio el Grande (se cree que fue el
primer papa) donó su fortuna heredada, y se convirtió en un misionero en Gran
Bretaña, orando por la gente y ungiéndolos con aceite en el nombre del Señor,
citando Stgo. 5:14,15.
Juan Wesley ha dado
testimonio innegable del poder eficaz de Dios en sanidad corporal y de la
verdad que el día de milagros definitivamente no ha pasado.
Dios ha mostrado su voluntad de sanar en cada era de la
historia del mundo. Innumerables milagros de sanidad en el día presente dan
testimonio de que su voluntad no ha cambiado hasta ésta hora presente. La
Biblia y la historia están en perfecto acuerdo.
¿EL PORQUÉ JESÚS SANÓ A LOS
ENFERMOS?
- Para demostrar su poder.
- Para vindicar su reclamo a la deidad.
- Para iniciar la predicación del
evangelio.
¿POR QUÉ LOS CRISTIANOS DEBEN
BUSCAR LA SANIDAD DIVINA?
a)
Porque es un mandato solemne.
Mateo 10:7,8; Lc. 10:19, Mr. 16:17,18; 6:12.13.
b)
Traerá bendición espiritual Stgo.
5:15
c)
Porque glorifica a Dios.
Dios quiere ser
glorificado en nuestra sanidad. La sanidad magnifica el nombre de Jesús. Jn.
11:37; Lc. 17:15.
COMO RETENER LA SANIDAD
DIVINA
a)
Mantenerse en una atmósfera de fe.
b)
Continuar alabando a Dios por lo
que él ha hecho.
c)
Continuar testificando de lo que
Dios ha hecho.
d)
Alimentar la fe con la Palabra de
Dios.
e)
Contender en la fe por la sanidad.
f)
Caminar en obediencia a la
voluntad de Dios (Su Palabra).
g)
Comenzar y/o continuar el servicio
al Señor.
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