martes, 2 de diciembre de 2014

OFICIOS MINISTERIALES PARTE 1


TABLA DE CONTENIDO


Pág.
I.                   DEDICACIÓN O PRESENTACIÓN DE NIÑOS
II.                MINISTERIO A LOS ENFERMOS
III.             PRESENTACIÓN DE LÍDERES DE LA IGLESIA LOCAL
IV.             EL SERVICIO FÚNEBRE
V.                DEDICACIÓN DEL TEMPLO
VI.             EL BAUTISMO
VII.          RECEPCIÓN DE NUEVOS MIEMBROS
VIII.       LA SANTA CENA
IX.             ACCIÓN DE GRACIAS POR UNA QUINCEAÑERA
X.                SOLEMNIZACIÓN DEL MATRIMONIO
XI.             BODAS DE PLATA
XII.          BODAS DE ORO
XIII.       ORDENACIÓN DE MINISTROS
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I. DEDICACIÓN DE LOS NIÑOS

En las Sagradas Escrituras no hay ninguna enseñanza ni ejemplos que autoricen el bautismo de los niños. Según el Nuevo Testamento, el candidato al bautismo debe haberse arrepentido de sus pecados Hechos 2:38 y haber creído en Jesucristo Hechos 8:37. No pueden cumplir esos dos requisitos quienes no hayan llegado al uso de la razón.
Las Sagradas Escrituras enseñan acerca de la presentación y dedicación pública de los niños a Dios, durante la cual le pedimos a Dios que bendiga a los niños y la vida que tienen por delante. Cuando así procedemos, estamos siguiendo una práctica admitida por la Iglesia de todos los tiempos. No es bautismo en agua, sino una presentación del niño a Dios, una acción de gracias y de fe, una súplica de la bendición divina. Lc. 2:22.

CEREMONIA 1

Himno o coro

Los padres traerán al niño al frente mientras se canta un himno o coro apropiado.

Lectura Bíblica

El ministro procederá a leer los siguientes pasajes:
“Y le presentaban niños para que los tocase;...” Marcos 10:13-16.
“Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos, y orase; ...” Mateo 19:13-15.
“Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. ...” Deuteronomio 6:4-9.
“Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de éstos pequeños” Mateo 18:14.

Exhortación a la congregación

Dirigiéndose a la congregación, el ministro dirá:
“Mis amados hermanos y amigos, Dios ordenó la familia como una institución divina desde los comienzos de la humanidad. Los hijos son la herencia que el Señor ha confiado al cuidado de sus padres. De aquí la responsabilidad que éstos tienen ante Dios y la sociedad de velar por sus hijos. Damos testimonio de que Cristo es Rey y Señor sobre nuestra vida y la vida de nuestros hijos.
“Nos comprometemos, en cuanto nos sea posible, a instruir a éste niño (niña, o éstos niños) en su ley y en su Santa voluntad. La Biblia nos ofrece muchos ejemplos de ésto.
“Jocabed instruyó a su hijo Moisés después de haberlo entregado al Señor. Ana reconoció que su hijo Samuel pertenecía a Jehová. María la madre de Jesús llevó al templo a su hijo para dedicarlo a Dios”.
“Los padres de éste niño (niña) reconocen su responsabilidad de educar, enseñar y exhortar a esta criatura en el temor y obediencia de la Palabra de Dios desde temprana edad”.
“Traemos a Dios a los niños que Él nos ha confiado, los dedicamos a Él y le suplicamos que los bendiga.”

Pacto

El ministro pedirá a los padres que afirmen su compromiso con el niño haciéndoles las siguientes preguntas:
Ministro: “Delante de Dios y de éstos testigos, ¿prometen ustedes criar a ésta criatura en el temor del Señor?”
Los padres responderán: “Sí?, lo haremos.”
Ministro:“¿Prometen, además guiarlo(a) a diario en el pleno conocimiento del camino del Señor?
Los padres: “Sí lo haremos.”
Ministro: “¿Prometen instruirlo(a) para que conozca a Cristo como su Salvador personal?”
Los padres: “Sí, lo haremos.”
Ministro: “¿Prometen, en cuanto esté de su parte, darle a esta criatura un ejemplo consecuente y piadoso de la vida cristiana?”
Los padres: “Si?, lo haremos.”
Ministro: “¿Presentan a éste niño (niña) en solemne y sincera dedicación?”
Los padres: “Si”
Ministro:“¿Se consagran a criar a éste niño (niña) en la doctrina y enseñanza de la Santa Palabra de Dios?”
Los padres:“Sí.”
Ministro: “¿Prometen criar a éste niño (niña) en la práctica diaria de la oración, y ayudarle a formar el carácter cristiano, y a hacer todo lo que esté a su alcance para crear en su hogar un ambiente de devoción a Dios?”
Los padres: “Sí, lo haremos.”
Ministro: “Por cuanto ustedes han prometido delante de Dios y de ésta congregación dedicar éste niño (niña) a Dios, y lo han afirmado con sus propias palabras, los exhorto a que se dediquen a ésta sagrada obligación con sabiduría, perseverancia y santa devoción.”

Dedicación

Tomando al niño (niña) en los brazos (si no hay inconveniente) y poniendo las manos sobre él (ella), el ministro dirá: “______________________” (nombre de la criatura), te dedicamos a Dios el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Que el Señor te fortalezca todos los días de tu vida.”

Oración dedicatoria

“Ahora, Padre, Creador del cielo y de la tierra, te ruego por el bienestar de éste niño (niña). Líbralo(a) de las corrientes del pecado y de las enfermedades del cuerpo. Que a medida que crezca en edad y en estatura, crezca también en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Dales a sus padres sabiduría para que lo críen en tus caminos. Lo dedicamos a tu honra y servicio, en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.”

Himno o coro final

Una vez que el ministro haya orado, se cantará un himno o un coro. Mientras se canta, los padres volverán a su asiento y el ministro volverá al púlpito para despedir a la congregación.

CEREMONIA 2

Himno o coro

Mientras los padres pasan al frente con el niño (niña), se cantará un himno o un coro apropiado.

Lectura bíblica

El ministro bajará del púlpito a encontrarse con los padres y el niño (niña), y procederá a leer lo siguiente:
“Ana dio a luz un hijo, y le puso por nombre Samuel.... Y lo trajo a la casa de Jehová en Silo. . . a Elí. Y ella dijo:.. . Por éste niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí. Yo, pues, lo dedico también a Jehová; todos los días que viva, será de Jehová. . . . Y Samuel creció, y Jehová estaba con él, y no dejó caer a tierra ninguna de sus palabras” 1 Samuel 1:20, 24-28; 3:19.

Luego comentará:
“En el Nuevo Testamento leemos en cuanto a Cristo que, al cumplir los ochos días de nacido, ‘le pusieron por nombre Jesús . . . y . . . le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor. ...” Lucas 2:22,25, 28-30, 33,40.
“El Antiguo Testamento también nos da sabios consejos respecto a la crianza de los niños: ‘Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él’ Proverbios 22:6.
‘Y Jehová dijo:... Yo sé que [Abraham] mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio’ Génesis 18:17,19.
‘Y éstas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes’ Deuteronomio 6:6-7.”

Pacto

Dirigiéndose a los padres, el ministro dirá:
“Hermanos, estamos reunidos con motivo de una ocasión feliz. Al igual que María y Ana en los tiempos bíblicos, ustedes han traído a éste(a) niño (niña) al templo para presentarlo(a) a Dios. Ya conocen las palabras del Maestro: ‘Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos.’
“Es correcto que ustedes traigan éste niño (niña) a los pocos días de nacido(a). El misterio y maravilla de ésta nueva vida los hace venir con temor reverente ante el Padre de toda vida, para que les dé un nuevo mensaje referente a la dignidad de la vida y la responsabilidad de la paternidad”.
“El propósito de éste acto es ayudarles, como padres, a apreciar la responsabilidad de instruir al niño (niña) en los caminos del Señor, para que cuando tenga uso de razón, elija el bien sobre el mal y acepte a Jesucristo como su Salvador y Maestro. Dios tiene un propósito para la vida de éste niño (niña). Encontrar ese propósito y llevarlo a cabo significará el éxito; rechazarlo o pasarlo por alto significará el fracaso, no importa cuánto nos aclame el mundo. Es su privilegio y deber el guiar a su hijo(a) dentro de la voluntad perfecta de Dios para su vida”.
“En éste empeño, ustedes deben consagrarse hoy mismo; para éste fin hoy dedican a su hijo(a) a Dios”.
 “De acuerdo con el propósito para el cual ustedes han venido, deben responder al siguiente pacto.”
Ministro: “¿Presentan ustedes a su hijo(a) ante Dios para dedicarlo(a) solemnemente al servicio del Señor?”
Los padres: “Sí.”
Ministro: “¿Se consagran como padres de éste niño (niña) a instruirlo(a) en las enseñanzas y caminos del Señor?”
Los padres:“Sí”
Ministro: “¿Prometen instruirlo(a) en las enseñanzas de Jesucristo, y guiarlo(a) en el desarrollo de un carácter cristiano?”
Los padres:“Sí”
Ministro: “¿Prometen moldear hasta donde sea posible la vida de su hijo(a) en el hogar, mediante sus devociones familiares, por la palabra y por el ejemplo, para que a la edad apropiada acepte a Jesucristo y participe de la comunión de los creyentes y preste servicios a la iglesia de Cristo?”
Los padres:“Sí”
Ministro: “Por cuanto ustedes han prometido delante de Dios y de ésta congregación dedicar a éste niño (niña) a Dios, y lo han afirmado con sus propias palabras, los exhorto a que se dediquen a ésta sagrada responsabilidad con sabiduría, perseverancia y santa devoción.”

Oración dedicatoria

“Ahora, Padre, Creador del cielo y de la tierra, te ruego por el bienestar de éste niño (niña). Líbralo(a) de las corrientes del pecado y de las enfermedades del cuerpo. Que a medida que crezca en edad y en estatura, crezca también en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Concédeles sabiduría a sus padres para que lo críen en tus caminos. Lo dedicamos a tu honra y servicio, en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.”

Bendición pastoral

“Haga Jehová resplandecer su rostro sobre ti y tenga de ti misericordia; alce Jehová a ti su rostro, y ponga en ti paz.”

Himno o coro final

Una vez que el ministro haya terminado de pronunciar éstas palabras, la congregación cantará un himno o un coro apropiado.

II. MINISTERIO A LOS ENFERMOS


Cuando están enfermos, los creyentes esperan que sus pastores los visiten. A continuación ofrecemos datos y consejos referentes a éste importante ministerio.
El Señor espera de sus ministros que visiten a los enfermos mostrándoles compasión y ofreciéndoles la ayuda espiritual que necesitan. Un pastor indiferente al dolor ajeno no es un digno representante de aquel que llevó nuestras enfermedades y nos mira con compasión eterna Juan 21:15-17; 1 Juan 3:11-16;4:7-21.
El quehacer de Dios es también el del ministro como embajador de1 gran Rey 2 Corintios 5:20. El ministro debe ayudar al enfermo a acercarse a Dios Salmo 34:18; 145:18. Is. 57:15.
El ministro debe ayudar al enfermo o aprender la lección que Dios procura enseñarle a través de la enfermedad. Quizá Dios quiera inculcarle una lección de disciplina o mostrarle su fidelidad en la prueba Job 23:10; Daniel 3:19-28. I P. 1:7; Stgo. 1:2-4; I Co. 10:13.
El ministro no debe censurar a los enfermos de su congregación que consultan con los médicos, aunque debe enseñarles a confiar en el Médico divino.
Después de instruir al enfermo y prepararlo para recibir por fe su sanidad, debe orar confiando en que Dios lo sanará. Es conveniente unirse a personas de fe para orar por los enfermos. Es bueno mantener ese ambiente de fe después de la sanidad, hasta que el enfermo se fortalezca en la experiencia que ha tenido.
El ministro debe visitar a los enfermos y afligidos Santiago 1:27 y tratar de inculcar en ellos pasajes bíblicos que se presten para ser usados por el Santo Espíritu de Dios.
La lectura de la Palabra de Dios y los testimonios de quienes han sido sanados por el Señor aumentan la fe del enfermo y preparan su corazón para la oración de fe con la que se acompaña. Los siguientes pasajes son los más claros y positivos de los muchos que Dios ha dejado por escrito en su Palabra.

Pasajes sobre la sanidad divina

“Jehová... ninguna enfermedad ..” Éxodo 15:25-26.
“..... a Jehová vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti” Éxodo 23:25
“Y quitará Jehová de ti toda enfermedad; y todas las malas plagas de Egipto, que tú conoces, no las pondrá sobre ti, antes las pondrá sobre todos los que te aborrecieren” Deuteronomio 7:15.
“Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias” Salmo 103:3; 107:17-21.
“Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido... curados” Isaías 53:4-5.
“Sáname, oh Jehová, y seré sano; sálvame, y seré salvo; porque tú eres mi alabanza” Jeremías 17:14.
“Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos enfermos; ...” Mateo 8:16-17.
“Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia” Mateo 10:8.
“Sabiendo ésto Jesús, se apartó de allí; y le siguió mucha gente, y sanaba a todos” Mateo 12:15.
“Y dondequiera que entraba, en aldeas, ciudades o campos, ponían en las calles a los que estaban enfermos, y le rogaban que les dejase tocar siquiera el borde de su manto; y todos los que le tocaban quedaban sanos” Marcos 6:56.
“Y éstas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios;. . . sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán” Marcos 16:17-18. Lc. 4:16-21.
“En cualquier ciudad donde entréis,. . . sanad a los enfermos que en ella haya, y ...” Lucas 10:8-9, 17.
“El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” Juan 10:10.
“De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; ...” Juan 14:12-14.
“Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y. . . éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él” Hechos 10:38.
“¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ...” Santiago 5:14-16.

La visita

El ministro debe ser breve, de acuerdo con las circunstancias y con su criterio.
En los casos en que el paciente está hospitalizado, el ministro debe averiguar en las oficinas del hospital si se puede visitar al enfermo, ya que a veces no es posible por asuntos relacionado con la enfermedad y el enfermo.
Al acercarse al cuarto y al enfermo, el ministro debe tener mucho cuidado, en silencio, con una sonrisa y con palabras cariñosas.
El propósito primordial de la visita es estimular la fe del enfermo con la esperanza que Jesucristo trae al corazón, El ministro mantendrá siempre una actitud cordial y afectuosa hacia el enfermo.
Debe hacerle pocas preguntas; los enfermos normalmente son débiles y no resisten visitas largas. Si el enfermo desea hacer preguntas, debe permitírsele que las haga, pues eso le ayudará espiritual y físicamente.
El ministro no debe decir nada que dé una impresión negativa en cuanto a la condición física del enfermo.
Se leerá al enfermo un breve pasaje de la Palabra de Dios, en un tono de voz suave. Algunas veces le resulta muy provechoso al enfermo un himno o un coro apropiado, cantado en voz baja.

III. PRESENTACIÓN DE LÍDERES DE LA IGLESIA LOCAL


Es esencial que los nuevos líderes y maestros comprendan la importancia y seriedad de su labor. Para lograr ese fin es muy recomendable que la presentación y toma de posesión de sus cargos se realice mediante una ceremonia pública.
Los diáconos, líderes y maestros de la Escuela de Formación Cristiana, presidentes de grupos y cargos similares están incluidos en éste tipo de ceremonia.

CEREMONIA PARA LÍDERES DE LA ESCUELA DE FORMACIÓN CRISTIANA

El pastor leerá el siguiente pasaje:
“Y Jesús se acercó y les habló diciendo: ...” Mateo 28:18-19.

Mensaje
“Jesús escogió y comisionó a otros para que continuaran el trabajo que Él había dejado sin terminar. De igual manera, lo está escogiendo a usted para que labore en el lugar que le ha asignado en la Escuela de Formación Cristiana. El Señor ha comisionado hombres, no ángeles. ¡Qué privilegio!
“Consideren lo que Cristo ha hecho por nosotros: Nos salvó de un mundo de pecado, nos llenó del Espíritu Santo, nos ha dado el conocimiento de su Palabra, y nos ha impartido el deseo y la oportunidad de ser de bendición para los demás”.
“Consideren lo que Cristo espera de nosotros: Que seamos verdaderos pastores, cuidando de los nuestros; que los consideremos como nuestra congregación; y que podamos decir: ‘Ninguno de ellos se perdió’ Juan 17:12.”

Comisión

Al concluir su breve mensaje, el pastor los comisionará con ésta pregunta:
“¿Aceptan de corazón ésta responsabilidad que han recibido del Señor?”

Ellos responderán: “Sí, la aceptamos.”

Oración dedicatoria

El ministro les pedirá a los líderes que se arrodillen frente al altar. Se elevará entonces una oración para que Dios los dirija en deberes futuros y para que se mantengan fieles en cada tarea.
Entonces se pondrán de pie y se situarán a ambos lados del pastor, mientras los maestros se acercan al altar. Estos últimos arrodillarán, y el pastor pedirá al director de la Escuela de Formación Cristiana que ore por ellos.
Al terminar la oración, los líderes estrecharán las manos de los maestros, y les desearán las más ricas bendiciones de Dios.

CEREMONIA PARA DIÁCONOS

Los nuevos diáconos pasarán adelante cuando el ministro lea sus nombres.

Lectura bíblica

Una vez que todos estén situados en sus puestos frente al púlpito, el ministro leerá el siguiente pasaje:
“En aquellos días, como creciera el número de los discípulos, ...” Hechos 6:1-7.

Comisión

Luego el ministro dirá:
“Estos versículos demuestran que la iglesia nombró diáconos al comienzo de la era cristiana”.
“Y ahora yo los comisiono hermanos, ordenados como diáconos, que estudien la Palabra, que dice: ‘Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas; que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia. ...” 1 Timoteo 3:8-13.
“También recomiendo a ustedes, pueblo amado de Dios, que ayuden en todo lo que puedan a estos nuevos líderes, respaldándolos con sus oraciones y honrándolos con alta estimación por respeto a su cargo. Que la bendición de Dios repose sobre ustedes mientras trabajan juntos para la extensión del reino de Dios y para el progreso espiritual de ésta iglesia.”

Bendición pastoral

“El Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús, para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo” Romanos 15:5-6.

IV. EL SERVICIO FÚNEBRE


Instrucciones para el ministro

Tan pronto como el ministro reciba la noticia de la muerte de uno de sus miembros, se trasladará al hogar del difunto para ofrecer su ayuda y consuelo espiritual.
El ministro averiguará con discreción los planes de la familia para el funeral y los llevará a cabo en todo lo que sea posible. Puede hacer cualquier sugerencia que le parezca pertinente, siempre y cuando la haga con sensibilidad.
Debe precisarse el lugar y la hora del funeral, y si va a realizarse en la iglesia, en el hogar o en una capilla mortuoria.
Si el ministro conoce bien a la familia, evitará a toda costa gastos excesivos, como sucede con frecuencia cuando las emociones intensas embargan el corazón y los sentidos.
El servicio fúnebre es una oportunidad digna de la mayor consideración y meditación para llegar a un público heterogéneo con el mensaje de esperanza y salvación de nuestro Señor Jesucristo, Pero debe hacerse con la sensibilidad que requiere la ocasión, y no como una campaña evangelística.
Por lo tanto, el mensaje debe ser breve, sencillo y fácil de comprender para no perder su objetivo primordial: consolar a los dolientes y llevar a los asistentes a un momento de meditación sobre un futuro encuentro con Dios.
Para el servicio en la casa, en iglesia, el ministro llegará la hora indicada, pero no comenzará hasta recibir la autorización de la familia. De antemano, el ministro tendrá preparado el programa.

Temas y textos para mensajes

De las tinieblas a la luz

“Buscad al que hace las Pléyades y el Orión, y vuelve las tinieblas en mañana, y hace oscurecer el día como noche; el que llama a las aguas del mar, y las derrama sobre la faz de la tierra; Jehová es su nombre” Amós 5:8.

Valor para vivir y fe para morir

“Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano” 1 Corintios 15:58.

Todo lo puedo en Cristo

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalecé” Filipenses 4:13.

Anclados en la Roca

“Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; me ocultará en lo reservado de su morada; sobre una roca me pondrá en alto” Salmo 27:5.

La Tierra Prometida

“Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron Apocalipsis 21:4.

¿Qué es la vida?

“No sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece” Santiago 4:14.

En Él está la vida

“En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres” Juan 1:4.

El consuelo de Cristo

“Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, éste tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos. ... ” 2 Corintios 5:1-8.

Vida en abundancia

“El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” Juan 10:10.

El último enemigo

“Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte” 1 Corintios 15:26.

El cielo es mucho mejor

“Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor” Filipenses 1:23.

La casa de mi Padre

“En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros” Juan 14:2.

Los muertos bienaventurados

“Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen” Apocalipsis 14:13.

La despedida de Pablo

“He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida” 2 Timoteo 4:7-8.

Cuándo es estimada la muerte

“Estimada es a los ojos de Jehová la muerte de sus santos.” Salmo 116:15.

Lecturas bíblicas

Para un niño
“En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ...” Mateo 18:1-6, 10-14.
“Traían a él los niños para que los tocase; lo cual viendo los discípulos, les reprendieron. Mas Jesús, llamándolos, dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios” Lucas 18:15-16.
“Aguarda a Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera a Jehová” Salmo 27:14.
“Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían” Nahúm 1:7.
“Como el padre se compadece de los hijos, se compadece Jehová de los que le temen. Porque él conoce nuestra condición; se acuerda de que somos polvo” Salmo 103:13-14.

Consuelo divino
“Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación” Mateo 5:4.
“Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios” Isaías 40:1.
“El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; ...” Isaías 61:1-3.
“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” Isaías 41:10.
“También vosotros ahora tenéis tristeza; pero os volveré a ver, y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo” Juan 16:22.
“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” Juan 14:27.
“Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente” Juan 11:25-26.
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, ...” 2 Corintios 1:3-4.

La soberanía de Dios
“Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra” Salmo 46:10.
“Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano y le diga: ¿Qué haces?” Daniel 4:35. Isaías 40:13-15; 18, 22.
“En su mano está el alma de todo viviente, y el hálito de todo el género humano” Job 12:10.
“¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ...” Romanos 11:33-36.
“En el temor de Jehová está la fuerte confianza; y esperanza tendrán sus hijos” Proverbios 14:26.
“¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? ...” Isaías 40:28-31.

La brevedad de la vida
“Señor, tú nos has sido refugio de generación en generación. Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios. ...” Salmo 90.
“El hombre nacido de mujer, corto de días, y hastiado de sinsabores, sale como una flor y es cortado, y huye como la sombra y no permanece” Job 14:1-2.
“El hombre, como la hierba son sus días; florece como la flor del campo, que pasó el viento por ella, y pereció, y su lugar no la conocerá más” Salmo 103;15-16.
“Pues nosotros somos de ayer, y nada sabemos, siendo nuestros días sobre la tierra como sombra” Job 8:9.
“Mis días han sido más ligeros que un correo; huyeron, y no vieron el bien. Pasaron cual naves veloces; como el águila que se arroja sobre la presa” Job 9:25-26.
“Oh Jehová, ¿qué es el hombre, para que en él pienses, o el hijo de hombre, para que lo estimes? El hombre es semejante a la vanidad; sus días son como la sombra que pasa” Salmo 144:3-4.
“¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y ...” Santiago 4:13-15.
“No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte; y no valen armas en tal guerra, ni la impiedad librará al que la posee” Eclesiastés 8:8.

Recompensas en el cielo
“Oí una voz que desde el cielo me decía: ...” Apocalipsis 14:13.
“Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, ...” Mateo 25:20-23.
“Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. ...” Apocalipsis 2 1:3-7.
“Verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes. No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos” Apocalipsis 22:4-5.

Confianza
“Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. ...” Salmo 46:1-3.
“El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. ...” Salmo 91:1-9.
“Por lo cual asimismo padezco ésto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día” 2 Timoteo 1:12.
“Jehová es mi pastor; nada me faltará. ...” Salmo 23.
“Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás; contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, y me salvará tu diestra” Salmo 138:7.
“Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios” Job 19:25-26.
“Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, éste tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos...” 2 Corintios 5:1, 6-8.

Resurrección
“Porque Cristo para ésto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven” Romanos 14:9.
“Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. ...” Juan 11:23-26.
“Y ésta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero” Juan 6:40.
“¡Qué! ¿Se juzga entre vosotros cosa increíble que Dios resucite a los muertos?” Hechos 26:8.
“Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, ...” Filipenses 3:20-2 1.
“Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. ...” 1 Tesalonicenses 4:13-18.
“Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y ...” Apocalipsis 20:4-6.

CEREMONIA 1

En la casa o en el templo

Preludio musical

Se tocará música solemne.

Desfile del ministro y el féretro al altar

Si el servicio se celebra en la iglesia, el ministro debe salir a recibir el féretro en la puerta del templo o esperarlo de pie frente al púlpito.
Después de recibirlo en la puerta, marchará delante del féretro hasta el púlpito. Se colocará el féretro frente al púlpito.

Oración

El ministro, reconociendo la soberanía de Dios, le pedirá que bendiga el servicio que se celebra en memoria del difunto.

Lectura de un pasaje bíblico de adoración

Himno o coro congregacional

 

Lectura bíblica

Se podrá leer uno de los pasajes, o una selección de varios de los pasajes bíblicos que aparecen en las páginas anteriores.

Oración

El ministro recordará nuestra esperanza de gloria, y dará gracia a Dios por la vida ejemplar del difunto. Le pedirá al Señor que consuele a los familiares, recordando los motivos de su angustia y tristeza.

Música especial

Cantará un solista o un grupo musical.

Homenaje póstumo

El ministro, un familiar o amigo del difunto hablará algunos minutos en memoria de él (ella).

El padrenuestro

Mensaje

De acuerdo con la ocasión, podrá seleccionarse de la sección titulada Temas y textos para mensajes.

Himno

Se podrá cantar un himno favorito del difunto.

Bendición pastoral

“¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? ¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado? Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amen.”

Desfile ante el féretro

En el cementerio

Es costumbre en muchas iglesias evangélicas que el ministro acompañe a los dolientes al cementerio. Cuando se termina el primer servicio fúnebre, el ministro despedirá a los presentes sin pronunciar la bendición pastoral, y se dirigirá al cementerio donde habrá un servicio breve.
Al llegar al cementerio, el ministro irá delante de los que llevan el féretro, detrás del cual irán los familiares y amigos. Llegados al sepulcro, bajarán el féretro. Antes de cubrirlo, se realizará el servicio siguiente:

Oración

Se invocarán el amor y la providencia divinos con la esperanza eterna que nos ofrece Dios.

Lectura bíblica

El ministro procederá a leer los siguientes pasajes:
“El hombre nacido de mujer, corto de días, y hastiado de sinsabores, sale como una flor y es cortado, y huye como la sombra y no permanece” Job 14:1-2.
“Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito” Job 1:21.
“Y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio” Eclesiastés 12:7.

Entrega del cuerpo a la tierra

El ministro echará un puñado de tierra (una sola vez) sobre el féretro, mientras pronuncia las siguientes palabras:
“Por cuanto le plugó a Dios Todopoderoso en su sabia providencia, separar de éste mundo el alma de éste hombre (mujer o niño), por tanto nosotros encomendamos su cuerpo a la tierra: tierra a la tierra; ceniza a la ceniza; polvo al polvo, con la esperanza y la certeza de la resurrección a la vida eterna de todos los que durmieron en Cristo.”

Lectura bíblica (opcional)
“No os maravilléis de ésto; ...” Juan 5:28-29.
“Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho” 1 Corintios 15:20.
“Así también es la resurrección de los muertos. ...” 1 Corintios 15:42-44.
“Porque es necesario que ésto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. ...” 1 Corintios 15:53-55.

Oración

“Padre celestial, de acuerdo con tu misericordia e infinita sabiduría has dado fin a los días de tu siervo que ha muerto, concédenos el amparo de tu misericordia infinita para proseguir nuestra peregrinación terrenal y vencer los sufrimientos, tentaciones y peligros que nos esperan, para al fin llegar al puerto seguro de salud eterna por medio de Jesucristo, Señor nuestro. Amén.”

Bendición pastoral

“Que la gracia, la misericordia y la paz de nuestro Señor Jesucristo sean con ustedes ahora y para siempre. Amén.”

CEREMONIA 2

En la casa o en el templo

Pasajes bíblicos

El ministro se situará al lado del féretro y leerá los siguientes pasajes:
“Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente” Juan 11:25-26.
“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros” Juan 14:1-2.
“Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios” Job 19:25-26.
“Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. ...” 1 Corintios 15:22-23,26.

Oración

El padrenuestro

Himno

Datos sobre el difunto y su familia

El ministro hará un breve recuento de la vida del difunto. Hablará del lugar de nacimiento, de dónde vivió, de su familia y sus hijo, de su trabajo y sus amistades en la iglesia, así como de su devoción a Dios. Se deben tener por escrito todos los datos confirmados por la familia.

Mensaje

Si el difunto era creyente en Cristo, el ministro preparará un mensaje de aliento basado en la esperanza del que muere en Cristo. No se debe hablar de los defectos del difunto ni tampoco exagerar sus virtudes. Salmo 27:5; 103:13-17, Filipenses 1:23 ofrecen un marco apropiado para el mensaje.
Si el difunto no era creyente, podrá decirse lo siguiente:
“Por cuanto ha cesado su existencia terrenal, encomendamos su cuerpo a la tierra: tierra a la tierra, ceniza a la ceniza, polvo al polvo. El espíritu lo dejamos a Dios. Este es el fin de una vida. En el sepulcro no hay obras, ni conocimiento, ni sabiduría, y a él todos iremos tarde o temprano.
“Por tanto, consagrémonos hoy mismo a meditar sobre lo eterno, y procedamos a realizar el máximo esfuerzo en aquello que Dios ha puesto en nuestras manos”.
“Confiemos en aquel que dijo: ‘Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente.’”

Bendición pastoral

 “Que Dios les bendiga, y consuele su corazón atribulado por una pérdida tan grande. Que Dios haga resplandecer su rostro sobre ustedes, y su gracia sea sobre ustedes. Que el Señor alce sobre ustedes su rostro, y ponga en ustedes paz. Y que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sea con todos ustedes. Amen.”

En el cementerio

Entrega del cuerpo a la tierra

Puesto el féretro sobre la abertura del sepulcro, el ministro esparcirá sobre el féretro un puñado de tierra o de pétalos mientras dice:
“Por cuanto plugó a Dios Todopoderoso en su infinita providencia separar de éste mundo el alma de nuestro(a) finado(a) hermano(a), encomendamos su cuerpo a la tierra: tierra a la tierra, ceniza a la ceniza, esperando la resurrección, cuando la Iglesia de Cristo sea arrebatada y los muertos en Cristo resuciten primero. La tierra y el mar entregarán sus muertos, y los cuerpos corruptibles de los que durmieron en Él serán transformados y hechos semejantes a su glorioso cuerpo, conforme a la poderosa obra por la cual puede sujetar a sí todas las cosas.”

Bendición pastoral

“Bienaventurados los muertos que de aquí en adelante mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, que descansarán de sus trabajos”.
“La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos ustedes, y con todo su pueblo. Amen.”

CEREMONIA 3

Se ha preparado ésta ceremonia para los casos en que hay un solo servicio fúnebre programado, ya sea en la casa, iglesia o el cementerio. El mensaje que se ha incluido como modelo da por sentado que el difunto era creyente en Cristo.

Lectura bíblica

Se podrá leer uno de los pasajes, o una selección de varios los pasajes que aparecen en la sección de lecturas bíblicas.

Oración

El ministro reconocerá la soberanía de Dios y le pedirá su bendición sobre el servicio que se celebra en memoria del difunto.

Datos sobre el difunto y su familia

El ministro dará a conocer el lugar de nacimiento, donde vivió, y los familiares del difunto. Estos y otros datos que se consideren pertinentes deberán ser confirmados de antemano por la familia.

Lectura bíblica

El ministro leerá un salmo o el pasaje bíblico favorito del difunto ejemplo, el Salmo 23.

Oración

El ministro le dará gracias a Dios por el aliento y consuelo que nos imparte su Palabra, y le pedirá que ésta surta ese efecto en la vida de los seres más queridos del difunto.

Música especial

Cantará un solista o un grupo musical.

Homenaje póstumo

Uno de los miembros de la familia que mejor conocía al difunto hablará algunos minutos sobre las virtudes más sobresalientes de éste, las cuales han quedado grabadas en la memoria de quienes consideraban amigo suyo.

Mensaje

El ministro escogerá de las Sagradas Escrituras un tema que aliente y consuele a los presentes a la vez que los haga reflexionar sobre la vida y la muerte.
El siguiente mensaje, que se ha incluido como modelo, resalta una de las virtudes que caracterizaban al difunto:

“Nuestro amigo... duerme” Juan 11:11

Esta expresión bíblica es mucho más que un eufemismo. Es una realidad. No es sólo una manera de suavizar la dura realidad de la muerte. Es una verdad que se encuentra en la Biblia tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.
¿Por qué se refirió Cristo a la muerte como “sueño”? Porque sabía que era cierto lo que dijo el salmista en el Salmo 127:2 de que “a su amado dará Dios el sueño”.
Al referirnos a ____________ (nombre del difunto) como amigo, logramos abarcar a todos los presentes, porque era amigo íntimo de su esposa, suegros, hijos y nietos, como también amigo de todos los que le dimos la oportunidad de serlo. Era un amigo en el sentido más recto de la palabra, como lo expresa Proverbios 17:17, “en todo tiempo ama el amigo». Así era ___________ (nombre del difunto): Amaba a todo el mundo todo el tiempo.
(Aquí se contarán anécdotas que ilustren que el difunto era un amigo ejemplar.)
¿Qué significa para __________ (nombre del difunto) el estar dormido?

1. Significa ver a Dios
En Hechos 7:56-60, Esteban, antes de dormirse, vio el cielo abierto y al Hijo del Hombre a la diestra de Dios el Padre. Así también __________ (nombre del difunto) verá a Dios, pues en Mateo 5:8 Jesús dijo: “Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.” ____________ (nombre del difunto) durmió en paz con Dios. No hay sueño más agradable que éste.
2. Significa reunirse con amigos que lo antecedieron
En Hechos 13:36 San Pablo dice que “David, habiendo servido a su propia generación según la voluntad de Dios, durmió, y fue reunido con sus padres”. __________ (nombre del difunto) ya ha tenido oportunidad de reunirse con familiares y amigos que lo antecedieron.
3. Significa esperar reunirse con sus amigos en el futuro
En su primera carta a los Tesalonicenses, capítulo 4, versículos 14 al 18, San Pablo nos dá éstas palabras de suprema esperanza y de incomparable aliento: “Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. ...”
Esto nos servirá de consuelo y aliento siempre y cuando tengamos la seguridad de volver a vernos con __________ (nombre del difunto) en el cielo, pero depende de nosotros. Si nos preparamos debidamente, nos veremos con él (ella) un día seguramente no muy lejano.
Así que, al pensar en nuestro(a) amigo(a) __________ (nombre del difunto), recordemos que se ha dormido, y que eso implica que ha podido despertarse para vivir por toda la eternidad, de manera que ahora no falta sino que próximamente nos reunamos con él (ella) para morar juntos “en la casa del Señor por largos días”.

Himno congregacional

Se cantará un himno solemne ejemplo, Allí no habrá tribulación, Dulce consuelo o Cara a Cara, Cuando allá se pase lista, o un himno favorito del difunto que se preste para la ocasión.

Entrega del cuerpo a la tierra

El ministro dirá:
“Estamos reunidos para rememorar lo que es eternamente sagrado por ser don de Dios. Nos sostiene una fe más poderosa que la muerte, y la esperanza de una vida que se extiende más allá de éste lugar por toda la eternidad. En esa confianza nos hemos reunido para encomendar todo lo mortal de nuestro amigo a éste lugar de descanso, rodeados de la naturaleza maravillosa que Dios creó, y sin embargo conscientes de que tenemos un lugar de descanso no hecho por manos humanas sino por el Dios eterno.”

Bendición pastoral

“Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que pedimos o imaginamos, según su poder que actúa en nosotros, ¡a él sea la gloria en la iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos! Amén.”

V. DEDICACIÓN DEL TEMPLO


II Crónicas 29:3-5.
A la ceremonia de dedicación del templo debe invitarse a los miembros del presbiterio o cuerpo ejecutivo que puedan asistir junto con otros líderes de la organización o ejecutivos de la misión, quienes tomarán asiento en la plataforma con el ministro.
El programa general podrá incluir himnos y coros apropiados, cantos especiales, la lectura de uno de los pasajes bíblicos que aparecen a continuación y, de ser posible, la presentación del constructor del templo. También se pueden hacer anuncios respecto a la obra de construcción y donativos para ésta.
La parte principal de la ceremonia normalmente consta de un mensaje por un líder de la organización o un ejecutivo de la misión, o alguna otra persona escogida con ese fin. Después del mensaje se celebra la ceremonia de dedicación.

Pasajes bíblicos

“Cuando sonaban, pues, las trompetas, y cantaban todos a una, para alabar y dar gracias a Jehová, ...” 2 Crónicas 5:13-14.
“Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. Servid a Jehová con alegría; venid ante su presencia con regocijo. ...” Salmo 100:1-5.
“Yo me alegré con los que me decían: A la casa de Jehová iremos. ...” Salmo 122:1-9.

Ceremonia de dedicación

Dirigiéndose a la congregación, el ministro dirá:
“Gracias a la prosperidad con que nos ha bendecido el Señor, y habiendo completado la construcción de ésta casa de adoración mediante su gracia y su poder, estamos hoy congregados ante su santa presencia para dedicarle éste templo, a fin de usarlo para la gloria de su nombre.
“En éste templo se elevará a Dios el incienso de la alabanza, y se observarán las ordenanzas sagradas de la casa del Señor. Aquí brillará la antorcha divina de la Palabra, para guía de los peregrinos a través de la noche de la vida, hasta alcanzar la luz eterna del hogar celestial”.
“Este templo ofrecerá refugio a los pecadores y a los afligidos, protegiéndolos de la ruina y la desesperación. Los creyentes encontrarán aquí un puerto seguro donde acudir cuando azote el vendaval”.
“Rogamos al Altísimo que ninguna nota discordante de disputa o contienda se oiga en éste lugar sagrado; que ningún espíritu de orgullo y mundanalidad encuentre albergue dentro de éstas paredes”.
“Es nuestro deseo que Dios acepte la ofrenda de éste templo como la expresión sincera de corazones agradecidos y manos dispuestas, y que derrame sus ricas bendiciones sobre todos los que participamos en ésta dedicación”.
“En éste empeño debemos consagrarnos hoy mismo; para éste fin dedicamos hoy este templo a Dios. Y ahora, de acuerdo con el propósito para el cual ustedes han venido, deben responder al siguiente pacto.”

Ministro: “Dedicamos éste templo a Aquel de quien procede toda buena dádiva y todo don perfecto, Dios nuestro Padre, para el honor de Jesucristo su hijo, nuestro Señor y Salvador, y para alabanza del Espíritu Santo, el Consolador, fuente de luz y vida.
Congregación: “Dedicamos este templo a Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo.”
Ministro: “Dedicamos éste templo a la predicación del evangelio para que los pecadores se arrepientan y para que los creyentes sean edificados en el conocimiento espiritual de la verdad y en todas las esferas de la vida en Cristo.”
Congregación: “Dedicamos éste templo a la predicación del evangelio.”
Ministro: “Para la adoración de Dios con cantos y oraciones, para el ministerio de la Palabra, y para el santo cumplimiento de las ordenanzas, dedicamos ésta casa de oración”.
Congregación: “Dedicamos ésta casa de oración para la gloria de Dios.”
Ministro: “Para las almas de las regiones más remotas y de los lugares más cercanos; para nuestros fieles misioneros que han ido a rescatarlas; para la salvación de los niños, la preparación de los jóvenes, el consuelo de los ancianos, y la evangelización del mundo entero; para ayuda del necesitado; para promover la hermandad en el género humano; y finalmente para la extensión del reino de Dios, dedicamos éste santo lugar.
Congregación: “Dedicamos éste santo lugar para la gloria de Dios.”
Ministro: “En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, declaro ésta casa separada de todo uso profano, y consagrada a la adoración y al servicio del Dios Todopoderoso, a quien sea la gloria y la majestad, el dominio y el poder por los siglos de los siglos. Amén.”

Lectura bíblica

“Levántate, oh Jehová, al lugar de tu reposo, tú y el arca de tu poder. ...” Salmo 132:8-10.

Ofrenda

El ministro exhortará a adorar a Dios y a expresar alabanzas de gratitud mediante sus ofrendas.

Oración

La ofrenda que se ha recogido será dedicada al Señor para que la bendiga. Luego se pronunciará la bendición final.


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